Hoy aprenderemos a preparar una deliciosa receta de galletas de queso sin gluten. ¡Es difícil no adorar el sabor de este aperitivo!
En casa, cualquier cosa con queso es siempre un éxito para todos. Estas galletas saladas son sencillas de preparar; sin embargo, hay ciertos consejos y trucos que deben seguirse para obtener resultados óptimos.
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Si sigues atentamente las instrucciones, ¡tus pancitos deberían salir tan buenas como las mías!
Estas galletas ofrecen una gran ventaja a quienes tienen intolerancia al gluten o quieren evitarlo para llevar un estilo de vida mejor, ya que no contienen harina.
Son ligeras, sabrosas y crujientes, y la masa queda especialmente crujiente después de hornearlas.
Puedes hacer muchos de una vez y guardar el resto en el congelador para más tarde.
Recomiendo encarecidamente probar esta receta, ya que tengo un hijo celíaco; ¡se adaptan bien a cualquier comida!
Es casi imposible resistirse a la seductora combinación de esponjosidad, sabor y textura crujiente.
Ingredientes
- 500 gr. de Fécula de Yuca
- 2 cdas. de Manteca
- 100 ml. de Leche
- 3/4 taza de Aceite
- 300 gr. de Queso Rallado
- 1 cda. de Sal o al gusto
- 3 Huevos
Preparación
1- Empieza poniendo la fécula de yuca en un cuenco grande, asegurándote de que quede bien repartida.
2- Espolvorea la sal, la leche fría y la manteca derretida y mézclalo todo bien con las manos. Este paso es muy importante y se llama refrescar la fécula.
3- Una vez añadidos todos los ingredientes, mézclalos con las manos hasta obtener una masa homogenea. No hay ninguna técnica especial para ello; basta con sumergir la masa con la mano.
4- Calienta un poco de aceite hasta que alcance una temperatura muy caliente, ya que se utilizará para freír la harina de yuca más adelante. Sin embargo, es necesario calentar el aceite a alta temperatura antes de verterlo sobre el almidón, ya que esto hará que se fría.
5- Cuando hayas añadido lentamente el aceite a la fécula con una cuchara, mézclalo hasta conseguir una consistencia uniforme. Aparta la mezcla y déjala reposar unos 10 minutos.
6- Una vez fría, incorpora el queso a la mezcla espolvoreándolo por encima y mezclándolo todo.
7- A continuación, añade los huevos batidos con un tenedor, mezclando hasta que todos los ingredientes estén uniformemente combinados.
8- Presta mucha atención a este proceso, ya que todo debe mezclarse bien para obtener una textura uniforme. Si ves que la masa se ha puesto firme, añade un huevo o una pequeña cantidad de leche.
9- Una vez preparada la masa para extenderla, dale forma de galletas y mételas en el horno para cocerlas.
