Cómo cultivar fácilmente calabaza en casa sin pesticidas

Cómo cultivar fácilmente calabaza en casa sin pesticidas

La plantación de calabazas se realiza en entornos similares en el carril central después del 25 de mayo, sembrando las semillas a una profundidad de 3-5 cm.

Deben colocarse tres semillas por hoyo y, cuando broten, conservar sólo las plantas más fuertes.

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Para cantidades menores de semillas o menos variedades, se recomienda remojarlas primero en agua caliente (50°C) durante 5 horas para eliminar los patógenos y acelerar la germinación.

La distancia entre hoyos depende de la variedad; las variedades de calabacín necesitan una separación de 70 x 70 cm, mientras que los tallos de longitud media necesitan 1 m entre cada planta y 1,5 m entre hileras. Los tallos más largos necesitan un espaciado de 1,5 x 2 m, que suele aparecer en el paquete de semillas.

Cuidado de calabazas al aire libre

Una vez que los brotes hayan crecido, sólo tendrás que regarlos semanalmente. No es necesario regar en exceso, ya que demasiada humedad en la superficie de la tierra puede causar problemas y las raíces de las calabazas pueden absorber agua de los niveles inferiores de la tierra.

Si la tierra en la que se planta la calabaza es de gran calidad, no necesitará ningún abono adicional.

Sin embargo, si el suelo no es tan rico en nutrientes, habrá que abonarlo tres veces durante el periodo vegetativo.

  • Dos semanas después de iniciarse el proceso de germinación, debe aplicarse a las plantas una mezcla de una parte de gordolobo por diez de agua (5 plantas por cubo).
  • Cuando hayan salido las cinco hojas verdaderas, se deben esparcir dos cucharaditas de nitrato sobre la superficie del suelo de cada arbusto y luego rastrillar.
  • Por último, cuando empiecen a formarse pestañas en las plantas, debe diluirse una cucharada de nitrato de fósforo en 10 litros de agua y aplicarse a razón de un cubo por planta.

Una vez al mes, suministra a cada planta una taza de ceniza para nutrirla.

Cosecha de calabaza

No debes tener prisa por recoger tus calabazas, ya que cuanto más tiempo permanezcan en la vid, más deliciosas y nutritivas serán. Sin embargo, es importante cosecharlas antes de que lleguen las heladas; normalmente esto ocurre a principios de septiembre en climas templados.

Si piensas almacenar tus calabazas para usarlas en invierno, es mejor cosecharlas en un día soleado. Si las has recogido cuando llueve, déjalas secar en una habitación bien ventilada a unos 25°C durante dos semanas antes de guardarlas.

Cuando llegue el momento de la recolección, asegúrate de que todas las calabazas estén maduras y, si tienen marcas o arañazos en la cáscara, cúbrelas con pintura verde brillante para evitar que se estropeen. Corta el tallo de cada calabaza (que debe tener unos 10 cm de longitud), porque sin el tallo se pudrirá más rápidamente.

Reglas de almacenamiento de calabaza

Las calabazas pueden almacenarse cómodamente en el interior, y en las zonas rurales suelen colocarse debajo de la cama. Ésta es una opción adecuada incluso hoy en día. Si hay un trastero, es posible guardar allí las calabazas.

Alternativamente, pueden ir debajo de la mesa de la cocina. En condiciones cálidas, los almidones de las frutas de verano se transforman en azúcares con el tiempo; por eso, cuanto más tiempo se dejan las calabazas, más dulces se vuelven.

No obstante, hay que tener en cuenta dos elementos a la hora de almacenarlas: tienen que estar secas y oscuras. Si los niveles de humedad y luz son demasiado altos, la fruta no durará tanto y puede empezar a estropearse más rápidamente.

¿Qué tipo de calabaza dura más? La mayoría de las variedades que se venden en las tiendas pertenecen a tres categorías: calabaza de frutos grandes, calabaza de cáscara dura y calabaza de nuez moscada.
Las variedades de fruto grande pueden durar hasta seis meses, mientras que las de cáscara dura sólo se conservan tres o cuatro meses.

Las calabazas de nuez moscada tienen una vida útil más corta, de alrededor de un mes y medio, debido a su mayor contenido de azúcar, que las hace más propensas a estropearse rápidamente que otros tipos de calabaza.

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