Sumergirse en la experiencia de saborear un postre exquisito va más allá de simplemente satisfacer el antojo de algo dulce; es un deleite para los sentidos que trasciende lo puramente gastronómico. Con una cubetera hace este postre con tres ingredientes y sin horno
Comer un postre rico es una invitación a un mundo de placer y indulgencia, donde cada bocado es una paleta de sabores que despiertan emociones y transportan a momentos de pura felicidad. La dulzura bien equilibrada, la textura sedosa y los aromas embriagadores se fusionan para crear una experiencia culinaria que no solo satisface el deseo de lo dulce, sino que también eleva el espíritu y agrega un toque de alegría a cualquier ocasión.
Además, disfrutar de un postre delicioso es una forma sublime de celebrar la vida, creando recuerdos y compartiendo momentos especiales con aquellos que amamos. En definitiva, la indulgencia en un postre rico no solo nutre el paladar, sino que también alimenta el alma, convirtiéndose en un placer indispensable para celebrar la dulzura de la vida.
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Con una cubetera hace este postre con tres ingredientes y sin horno ingredientes
- 100 gr chocolate con leche
- 50 gr chocolate blanco
- 3 cdas pasta de mani
Procedimiento
- Colocamos 1/3 taza chocolate con leche (100 gr) y apoyamos un plato por encima de un jarrito de agua hirviendo y movemos constantemente hasta que el chocolate se haya derretido por completo.
- Agregamos 2 cucharadas de pasta de maní y revolvemos hasta que estén bien integrados los ingredientes.
- Colocamos la masa en una cubetera, rellenar 1/3 de cada molde.
- Le damos golpecitos para que empareje.
- Lo guardamos en la heladera por 5 minutos.
- En otro plato, colocamos 1/2 taza chocolate blanco (50 gr), colocamos un plato por encima de un jarro de agua hirviendo y revolvemos hasta que esté derretido por completo.
- Le agregamos 1 cucharada de pasta de maní y mezclamos hasta que estén bien integrados los ingredientes.
- En la misma cubetera donde pusimos el chocolate derretido, colocamos el chocolate blanco.
- Rellenamos hasta 2/3 de cada molde.
- Damos golpecitos para que empareje.
- Llevamos a la heladera por 5 minutos.
- Ahora volvemos a colocar el chocolate negro derretido por encima del blanco en la cubetera. Si quieres puedes darle un poco de calor para que esté bien suelto el chocolate.
- Llevamos a la heladera por 15 minutos.
- Ya tenemos nuestro delicioso postre. Se desmoldan fácilmente de la cubetera.
