Mantén el apio fresco con este increíble método de almacenamiento.

Mantén el apio fresco con este increíble método de almacenamiento.

El apio es un vegetal versátil y saludable que no solo aporta un delicioso sabor a nuestros platos, sino que también nos brinda una gran variedad de beneficios para la salud. Con su crujiente textura y sabor refrescante, el apio se ha convertido en un ingrediente imprescindible en muchas cocinas alrededor del mundo.

Desde su aporte de vitaminas y minerales hasta su capacidad para mejorar la digestión y mantenernos hidratados, el apio es una opción inteligente para incorporar en nuestra dieta diaria. Sin embargo, para aprovechar al máximo este vegetal, es importante saber cómo almacenarlo adecuadamente.

En este artículo, aprenderás las mejores formas de almacenar tanto las hojas como los troncos de apio para mantenerlos frescos y listos para su uso en tus platos favoritos.

Beneficios de consumir Apio

Antes de sumergirnos en las formas de almacenar el apio, es importante destacar los múltiples beneficios que este vegetal aporta a nuestra salud. El apio es una excelente fuente de fibra, lo que lo convierte en un aliado para mantener un sistema digestivo saludable y regular. Además, es bajo en calorías y contiene vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina K, vitamina C, potasio y ácido fólico. Su contenido de antioxidantes también contribuye a reducir la inflamación en el cuerpo y mejorar la salud cardiovascular. Sin mencionar que su alto contenido de agua lo convierte en una opción refrescante y excelente para mantenernos hidratados.

Formas de almacenar el Apio

Para mantener el apio fresco y conservar su sabor y nutrientes, aquí tienes dos formas efectivas de almacenarlo, ya sea que tengas las hojas o los troncos.

1. Almacenamiento de las hojas de apio

Las hojas de apio son ricas en sabor y se pueden usar para dar un toque especial a sopas, ensaladas, salsas y otros platos. Para mantenerlas frescas y listas para su uso, sigue estos pasos:

  • Lava las hojas de apio con cuidado para eliminar cualquier suciedad o residuo.
  • Escúrrelas bien y sécalas con un paño limpio o utilizando un centrifugador de ensaladas.
  • Coloca las hojas en un recipiente hermético o una bolsa de almacenamiento de plástico.
  • Coloca una toalla de papel ligeramente húmeda en el recipiente o bolsa junto con las hojas.
  • Cierra el recipiente o sella la bolsa y guárdala en el cajón de verduras la heladera.
  • Las hojas de apio se mantendrán frescas durante aproximadamente una semana.

2. Almacenamiento de los troncos de apio

Los troncos de apio son ideales para picar y disfrutar como bocadillo saludable con hummus u otros dips. Para mantenerlos frescos y crujientes, sigue estos consejos:

  • Corta los extremos de los troncos de apio para eliminar cualquier parte marchita o seca.
  • Lava los troncos con agua fría para eliminar cualquier residuo.
  • Seca los troncos con un paño limpio o papel de cocina.
  • Envuelve cada tronco de apio en papel de aluminio o plástico adherente individualmente.
  • Guárdalos en el cajón de verduras del refrigerador.
  • Los troncos de apio se mantendrán frescos durante aproximadamente 1-2 semanas.

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El apio, ¿se puede freezar?

Sí, el apio se puede congelar para prolongar su vida útil y mantenerlo fresco por más tiempo. Freezar el apio es una excelente opción si tienes más de lo que puedes consumir en un corto período o si quieres aprovecharlo en futuras recetas.

Aunque el proceso de congelación puede afectar su textura crujiente, el apio congelado sigue siendo ideal para utilizar en sopas, guisos, salsas, y otras preparaciones que involucren cocción.

Pasos para congelar Apio

  • Limpieza y corte: Lava el apio cuidadosamente y asegúrate de eliminar cualquier suciedad o residuo. Luego, corta el apio en trozos más pequeños, como dados, rodajas o bastones, según tus preferencias y cómo planees usarlo después de descongelarlo.
  • Secado: Asegúrate de secar bien el apio antes de congelarlo. Puedes utilizar un papel de cocina o un paño limpio para eliminar el exceso de humedad.
  • Empaquetado: Coloca los trozos de apio en bolsas de congelación o recipientes herméticos. Si utilizas bolsas, elimina la mayor cantidad de aire posible antes de sellarlas. Si prefieres recipientes, asegúrate de que estén bien cerrados.
  • Etiquetado y fecha: No olvides etiquetar las bolsas o recipientes con el contenido y la fecha de congelación. De esta manera, sabrás cuánto tiempo han estado congelados.
  • Congelación: Coloca las bolsas o recipientes en el congelador y asegúrate de que estén bien distribuidos para una congelación más rápida y uniforme

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