Si alguna vez te has planteado la idea de experimentar un verdadero deleite culinario, permíteme presentarte una deliciosa creación que te hará sentir en el séptimo cielo: el Dulce del Cielo. Ya que tiene una mezcla de cremosidad y textura, con el exquisito gusto a coco rallado. Si sos amante de los postres dulces y especialmente de los postres que combinan la cremosidad con la textura, entonces quédate porque estás en el lugar indicado.
Este riquísimo postre italiano no solo lleva un nombre sugerente, sino que su exquisito sabor y su textura sedosa te llevarán a un mundo de satisfacción y armonía. Vas a querer probarlo más de una vez, un postre tan especial, original y único.
El Dulce del Cielo es una obra maestra de la repostería que combina magistralmente una variedad de ingredientes para lograr un equilibrio perfecto entre dulzura y textura. Con su exquisita mezcla cremosa y masa va a ser de un exquisito postre para poder compartirlo en una reunión familiar, en un evento, o en cualquier contexto social.
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Ingredientes para la base del postre:
- 4 huevos
- 1 taza y media de coco rallado
- 1 taza de harina de maíz
- 2 tazas de azúcar
- Media taza de maicena
- 1 taza de leche entera
- 3 cucharadas de harina de trigo
- 1 cucharada de levadura en polvo
- 2 cucharadas de manteca
Ingredientes para la cobertura:
- Una lata de leche condensada (con azúcar)
- 100 gramos de coco rallado
Procedimiento:
- Comienza combinando la leche condensada con el coco rallado en un recipiente y reserva esta deliciosa cobertura.
- A continuación, en tu batidora, agrega los huevos, la leche, harinas, azúcar, harina de maíz, mantequilla y coco rallado. Bate la mezcla hasta obtener una textura uniforme y suave. No te preocupes si la mezcla parece un poco líquida, está todo bajo control.
- Incorpora la levadura con cuidado, mezclando suavemente con una cuchara de madera o espátula para evitar la pérdida de aire.
- Asegúrate de tener un molde rectangular previamente engrasado y enharinado (aproximadamente 30 cm x 20 cm). Vierte con suavidad la mezcla en el molde.
- Precalienta el horno a 200°C y hornea durante unos 40 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio.
- Al retirar el postre del horno, aún caliente, baña generosamente con el almíbar que habías reservado al principio. Este paso garantiza un sabor profundo y una característica humedad.
- La paciencia es clave: permite que el postre se enfríe por completo antes de disfrutarlo. El resultado es un manjar que te llevará, metafóricamente, a un estado de éxtasis culinario. ¡Buen provecho!
