Este pastel de la abuela es una comida reconfortante y deliciosa que seguro satisfará a toda la familia. Las albóndigas con carne picada, cebolla y ajo ofrecen un sabor clásico y reconfortante que evoca recuerdos de comidas caseras.
Los ingredientes básicos para este pastel suelen ser bastante económicos y accesibles en la mayoría de los supermercados, lo que lo convierte en una opción económica para alimentar a toda la familia o a un grupo de invitados.
Puedes adaptar esta receta según tus preferencias personales. Si te gustan las especias, puedes agregar hierbas aromáticas como tomillo o perejil a la mezcla de albóndigas. También puedes ajustar la cantidad de sal y pimienta según tu gusto.
La receta es relativamente simple y no requiere habilidades culinarias avanzadas. Mezclar los ingredientes, formar las albóndigas y freírlas es un proceso sencillo que incluso los principiantes en la cocina pueden seguir fácilmente.
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Ingredientes para preparar el pastel de la abuela
- 500 g de carne picada
- 1 cebolla picada
- 2 dientes de ajo
- 1 taza de migas de pan
- 2 huevos
- Sal y pimienta a gusto
- Aceite para freír
Procedimiento
- En un recipiente mezclamos la carne picada, la cebolla, el ajo, las migas de pan, los huevos, la sal y la pimienta y amasamos bien hasta obtener una masa homogénea.
- Le damos la forma de albóndigas pequeñas y calentamos aceite en una sartén para freír.
- Freímos las albóndigas hasta que estén doradas, luego las retiramos y las colocamos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Recomendaciones
- Opta por carne picada de buena calidad, preferiblemente con un contenido moderado de grasa para obtener albóndigas jugosas. Una mezcla de carne de res y cerdo puede proporcionar un buen equilibrio de sabor y textura.
- Asegúrate de que las migas de pan estén bien integradas en la mezcla de carne para ayudar a mantener la humedad y la estructura de las albóndigas. Puedes remojar las migas de pan en leche antes de incorporarlas para una textura más suave y esponjosa.
- Si prefieres una textura más suave y tierna en tus albóndigas, puedes terminar de cocinarlas en una salsa de tomate o caldo caliente después de freírlas. Esto también les dará un sabor adicional y las mantendrá jugosas.