Pancitos dulces con crema pastelera: suaves, aromáticos y con sabor casero

Pancitos dulces con crema pastelera: suaves, aromáticos y con sabor casero

No hay nada que se compare con el aroma de la repostería recién salida del horno. Estos pancitos dulces rellenos con crema pastelera son un clásico que conquista a toda la familia. Su textura esponjosa, su relleno suave y su sabor a vainilla y miel los convierten en un verdadero placer para cualquier momento del día.

A continuación, te enseño paso a paso cómo prepararlos, con consejos y trucos para que queden perfectos.


Ingredientes

Antes de comenzar, organiza todos los ingredientes. Cocinar con calma y orden no solo facilita el proceso, sino que también mejora el resultado final.

Para la masa:

  • 500 g de harina de trigo común (0000)

  • 7 g de levadura seca (o 20 g de levadura fresca)

  • 100 g de azúcar

  • 1 cucharadita de miel de abejas

  • 1 cucharada de esencia de vainilla

  • 1 huevo

  • 200 ml de leche apenas tibia

  • 50 g de mantequilla blanda (a temperatura ambiente)

Consejo: si estás en una zona cálida, usa la leche a temperatura ambiente para evitar una fermentación excesiva. Si no tienes mantequilla, puedes sustituirla por margarina, aunque la mantequilla real aporta un sabor más casero y delicado.


Para la crema pastelera:

  • 375 ml de leche

  • 1 huevo

  • 50 g de azúcar

  • 25 g de maicena (almidón de maíz)

  • 1 cucharada de harina de trigo

  • 1 cucharada de esencia de vainilla


Preparación paso a paso

1. Crema pastelera perfecta

Hazla primero para que enfríe bien antes de usarla.

  1. En un bol, bate el huevo con el azúcar hasta que espume.

  2. Agrega la maicena y la harina tamizadas. Mezcla sin dejar grumos.

  3. Incorpora la leche poco a poco mientras sigues batiendo.

  4. Cocina la mezcla a fuego medio, revolviendo constantemente hasta que espese.

  5. Retira del fuego, añade la vainilla y mezcla.

  6. Cubre con papel film en contacto con la crema para evitar que se forme costra y deja enfriar.

Truco tradicional: agrega una cucharadita de mantequilla mientras aún está caliente para lograr una textura más brillante y sedosa.


2. Masa esponjosa y aromática

Activa la levadura: mezcla la levadura seca con una cucharadita de azúcar y un poco de leche tibia. Deja reposar 10 minutos hasta que burbujee.

Prepara la masa:

  1. En un bol grande, bate el huevo con la miel y la vainilla.

  2. Añade la leche tibia y la levadura activada.

  3. Incorpora el azúcar y la harina poco a poco.

  4. Cuando la masa empiece a formarse, agrega la mantequilla blanda.

  5. Amasa durante 10–12 minutos hasta que la masa quede suave y elástica.

Consejo: si la masa se pega ligeramente, no agregues demasiada harina. Solo una cucharada extra bastará. La clave está en la paciencia: amasar con calma da como resultado un pan más tierno.


3. Primer levado

Coloca la masa en un bol limpio, cúbrela con un paño y deja reposar en un lugar cálido hasta que duplique su tamaño (aproximadamente 1 a 2 horas, según el clima).


4. Formado de los pancitos

  1. Divide la masa en porciones de unos 35 g.

  2. Forma bolitas lisas, tensando la superficie.

  3. Aplástalas suavemente hasta obtener discos de 4 a 5 cm.

  4. Haz una pequeña hendidura en el centro para colocar la crema pastelera.


5. Relleno y segundo levado

  1. Rellena cada pancito con crema pastelera fría.

  2. Colócalos en una bandeja engrasada, dejando espacio entre ellos.

  3. Cubre con un paño y deja levar unos 30 minutos más.


6. Horneado

  1. Pincela los bordes con huevo batido (evita tocar la crema).

  2. Hornea a 180 °C durante 15 a 20 minutos, hasta que estén dorados.

  3. Deja enfriar sobre una rejilla y espolvorea azúcar impalpable si deseas un toque extra de dulzura.


Consejos para servir y conservar

  • Presentación: colócalos en pirotines blancos o dorados para darles un aspecto más elegante.

  • Regalo o venta: preséntalos en cajas kraft o bandejas con blondas, decoradas con una cinta o etiqueta.

  • Conservación: guárdalos en un recipiente hermético hasta por 3 días. También puedes congelar la masa sin hornear o los pancitos sin crema para rellenar luego.

  • Acompañamiento: ideales con café, té o leche caliente. En algunos países se conocen como facturas, bollitos o panecillos de leche.


El secreto del sabor casero

El verdadero encanto de estos pancitos está en el equilibrio entre la suavidad de la masa y la dulzura ligera de la crema. Hacerlos en casa no solo te brinda un resultado más sabroso, sino también la satisfacción de compartir algo hecho con tus propias manos.

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