Jade: como plantar y cuidar de la planta de la suerte y la abundancia

Jade: como plantar y cuidar de la planta de la suerte y la abundancia

La planta de jade, llamada árbol de la abundancia o de la suerte, es una suculenta muy buscada.

Es muy apreciada por su fácil mantenimiento y versatilidad, ya que puede cultivarse tanto en interior como en exterior con el mínimo esfuerzo.

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No sólo requiere poco trabajo para cuidarla, sino que su belleza la convierte en un atractivo complemento en cualquier lugar.

Con la atención adecuada, se puede tener una planta de jade floreciente. Aquí tienes algunos consejos sobre la mejor forma de propagar y cuidar esta resistente suculenta.

Cómo plantar y cuidar del Árbol de Jade

Para el crecimiento adecuado del árbol de jade, deben tenerse en cuenta las siguientes consideraciones:

Crecimiento

El árbol de jade es una planta que puede mantenerse tanto en el interior como en el exterior. Para que crezca bien, necesita estar en una zona seca y bien iluminada.

También requiere una mezcla de tierra especial para cactus y suculentas que drene bien.

Curiosamente, las hojas del árbol de jade cambian de color según el lugar donde se encuentre: si está en el interior, sus hojas seguirán siendo de color verde oscuro, pero si se colocan en el exterior con luz solar directa, se volverán de un verde más claro con bordes rojizos.

Te recomendamos que estés atento al calor extremo si pones la planta en el exterior. Aunque son plantas resistentes, sus hojas pueden quemarse. También debemos vigilar el nivel de humedad de nuestra planta, aunque no haya que regarla con frecuencia, sigue necesitando algo de agua.

Propagación

El árbol de jade es bastante sencillo de propagar, mediante hojas o esquejes. Si lo haces, obtendrás una planta vigorosa y robusta.

He aquí los pasos para una propagación satisfactoria:

Reproducción de planta de Jade por hoja

Para reproducir el Árbol de Jade a través de sus hojas, primero debemos seleccionar una hoja grande y sana de la planta.

Tirando suavemente de la base de la hoja hacia abajo, se desprenderá de la planta principal.

A continuación, coloca esta hoja en una maceta con tierra específica para cactus y suculentas, asegurándote de mantenerla alejada de la luz solar directa para que no se dañen sus frágiles raíces.

Podemos rociarla con agua cada cuatro días aproximadamente para asegurarnos de que está hidratada.

Con el tiempo, empezarán a formarse raíces y, una vez que se hayan afianzado en el suelo, comenzará el crecimiento.

Este proceso es eficaz, pero de crecimiento lento, por lo que muchos optan por la propagación por esquejes.

Reproducción de planta de Jade por esquejes

Ésta es una de las formas más rápidas de propagar cualquier suculenta. Este método ayudará a que sus raíces se formen rápidamente y pronto aparecerá nuevo follaje, lo que indica un crecimiento satisfactorio.

Utiliza una maceta y llénala de sustrato para cactus y suculentas. Haz un agujero en el centro de la maceta que llegue casi hasta el fondo con el dedo.

A continuación, selecciona un tallo sano y córtalo suavemente con unas tijeras limpias o con tus propias manos, con cuidado de no dañar la planta. Coloca el tallo en la maceta y rellénala después con más tierra.

Riégalo ligeramente y colócalo a la luz del sol de la mañana, que es más suave que a otras horas del día. Puedes saber que se ha producido el enraizamiento cuando la toques y sientas resistencia; a menudo también hay ya hojas nuevas como prueba.

Mucha gente utiliza hormonas en polvo para acelerar el proceso de enraizamiento, que consiste en ponerlas en la parte inferior del tallo y luego plantar. Sin embargo, se trata de un gasto innecesario, ya que las plantas responden bien y con eficacia simplemente trasplantándolas.

Daños y problemas comunes al tener un árbol de jade

Estas suculentas resistentes no requieren mucho mantenimiento, aunque pueden surgir algunos problemas debido a un riego inadecuado.

Estas plantas son originarias del sur de África, por lo que están acostumbradas al tipo de suelo local.

Como tienen hojas carnosas que almacenan agua, es importante no regarlas en exceso.

Además, sus raíces son vulnerables a la humedad, por lo que no pueden mantenerse húmedas durante mucho tiempo.

Por tanto, riega sólo cuando la tierra esté completamente seca. Además, debemos estar atentos al estado de sus hojas; si están blandas, esto podría apuntar a una falta de riego o a un riego demasiado frecuente, respectivamente.

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