Los rosquetes santiagueños son una delicia tradicional dulce de la provincia de Santiago del Estero en Argentina. Estos crujientes y dulces bocados son perfectos para acompañar el mate.
Los rosquetes santiagueños son una delicia con raíces profundas en la provincia. Se dice que esta receta ha sido transmitida de generación en generación, y forma parte de la rica tradición culinaria de la región.
El arte de hacer rosquetes se ha mantenido vivo en Santiago del Estero durante siglos, y su popularidad ha trascendido las fronteras de la provincia. Estos dulces bocados se han convertido en una deliciosa tradición no solo en Argentina, sino también en países vecinos como Bolivia y otros lugares de Latinoamérica.
A continuación, te compartiré la receta para preparar rosquetes santiagueños auténticos.
Cómo hacer hacer rosquetes santiagueños
Para preparar estos deliciosos Rosquetes santiagueños, vamos a necesitar:
Ingredientes:
-5 yemas de huevo
-1 cucharadita de sal
-50 gr de Levadura
-200gr de Azúcar
-150gr de grasa vacuna derretida
-1 k de Harina común (cantidad necesaria)
– 200 ml aprox. de Agua tibia
Ingredientes para el blanqueo:
-5 claras de huevo
-1 taza de azúcar
-1 taza de agua
Procedimiento
- En un recipiente, bate las yemas hasta que la mezcla espese ligeramente. Añade la harina tamizada, hacemos un hueco y alrededor del mismo pondremos la sal.
- En el hueco agrega la levadura junto a una cucharadita de azúcar y un poco del agua. Mezcla para que comience a hacer efecto la levadura.
- Luego incorpora la grasa y termina de agregar el resto de agua hasta lograr formar una masa. Amasa vigorosamente hasta obtener una masa suave y elástica.
- Toma pequeñas porciones de masa y amasamos en forma de rollito de unos 20 cm de largo o dependiendo del tamaño que le queramos dar, luego humedecemos las puntas y los presionamos para lograr la típica forma de rosca.
- Pon los rosquetes en una fuente enmantecada y enharinada.
- Llevamos a horno precalentado en unos 200°C, por unos 35 minutos. Retiramos del horno.
- Para blanquear los rosquetes, lleva a ebullición una taza de agua junto con una taza de azúcar hasta que se forme un almíbar a punto de hilo.
- Por separado, bate las claras de huevo a punto de nieve. Luego, agrega lentamente el almíbar caliente al batido de claras, añadiendo también unas gotitas de limón. Continúa batiendo hasta obtener una preparación suave y brillante.
- Con un pincel de cocina, cubre los rosquetes con este merengue, asegurándote de cubrirlos completamente. Luego, déjalos reposar al sol durante un tiempo.
- Finalmente, cocina los rosquetes en el horno precalentado a temperatura alta hasta que estén dorados y crujientes.
Siguiendo estos pasos, lograrás unos deliciosos rosquetes santiagueños con su característica forma y sabor auténticos. ¡Recuerda disfrutarlos en compañía de un buen mate para una experiencia completa!
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Tips y consejos
Aquí tienes algunos consejos y tips útiles para preparar rosquetes santiagueños:
- La consistencia de la masa es clave: Asegúrate de obtener una masa suave y manejable. Si está demasiado pegajosa, añade un poco más de harina. Si está muy seca, agrega un poco de agua tibia, pero ten cuidado de no excederte.
- Amasa con suavidad: Al trabajar la masa, evita amasar enérgicamente. Amasa con suavidad para evitar que los rosquetes queden duros. La idea es lograr una textura ligera y crujiente.
- Mantén las manos enharinadas: Cuando formes los rosquetes, asegúrate de mantener tus manos enharinadas para evitar que la masa se pegue. Esto facilitará el proceso y obtendrás rosquetes bien formados.
- No los hagas demasiado grandes: Los rosquetes santiagueños tradicionales son de tamaño pequeño a mediano. Evita hacerlos demasiado grandes, ya que podrían tardar más en cocinarse correctamente.
- Conservación adecuada: Los rosquetes santiagueños se mantienen frescos y deliciosos durante varios días si se almacenan adecuadamente. Guárdalos en un recipiente hermético o una bolsa de plástico para mantener su textura crujiente.
La receta de los rosquetes santiagueños ha sido cuidadosamente preservada y se ha transmitido de generación en generación. Cada familia tiene su propia versión y técnica especial para prepararlos, lo que los hace aún más especiales y auténticos.
