Este pan casero es perfecto para disfrutar en cualquier momento del día. La combinación de levadura y polvo de hornear, junto con el vinagre, crea una masa esponjosa y ligera.
De hecho, es ideal para acompañar cualquier comida o disfrutar solo. Aplica este truco y veras los resultados sorprendentes.
A continuación, se detalla la receta:
Ingredientes
- 8 gr de Levadura seca
- 1 Paquete de polvo de hornear (10 g)
- 3 cdas de Azúcar
- 1 cda de Vinagre
- 2 Vasos de leche tibia
- 1 Vaso de aceite
- 2 Huevos (separar la yema de uno)
- 1 cdita de Sal
- 6 Tazas de harina de trigo (600 gr)
- Manteca suavizada para untar
Preparación, paso a paso
- Activar la levadura: En un bowl pequeño, mezcla la levadura seca con una cucharada de azúcar y 100 ml de leche tibia. Deja reposar durante 10 minutos hasta que se forme espuma en la superficie.
- Mezclar ingredientes líquidos: En un bowl grande, combina el resto de la leche tibia, el aceite, los huevos (reserva la yema de uno para el glaseado), el vinagre y el azúcar restante. Mezcla bien hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
- Agregar los ingredientes secos: Tamiza la harina de trigo junto con el polvo de hornear y la sal. Agrega la mezcla de levadura activada a los ingredientes líquidos y, poco a poco, incorpora la harina tamizada. Mezcla primero con una cuchara de madera y luego amasa con las manos hasta obtener una masa suave y ligeramente pegajosa.
- Amasar y reposar: Coloca la masa en una superficie ligeramente enharinada y amasa durante unos 10 minutos, o hasta que la masa esté lisa y elástica. Forma un bollo con la masa, colócala en un bowl ligeramente engrasado, cúbrela con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido durante 1 hora, o hasta que haya duplicado su tamaño.
- Formar los panes: Después de que la masa haya levado, desgasifícala presionándola suavemente con los dedos. Divide la masa en porciones iguales y forma panes individuales o un solo pan grande, según prefieras. Coloca los panes en una bandeja para hornear forrada con papel de horno.
- Glaseado y decoración: Precalienta el horno a 180° C. Mezcla la yema de huevo reservada con una cucharada de agua o leche y pincela la superficie de los panes. Esto les dará un bonito color dorado durante el horneado.
- Horneado: Hornea los panes en el horno precalentado durante 25-30 minutos, o hasta que estén dorados y suenen huecos al golpearlos ligeramente en la base. Si prefieres una corteza más suave, puedes colocar un recipiente con agua en la base del horno para generar vapor.
- Untar con manteca: Una vez que los panes estén horneados, sácalos del horno y, mientras aún estén calientes, úntalos generosamente con manteca suavizada. Esto no solo les dará un brillo atractivo, sino que también los mantendrá suaves y húmedos por más tiempo.
- Enfriar y servir: Deja enfriar los panes sobre una rejilla antes de cortarlos. Disfrútalos frescos con tus acompañamientos favoritos.
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Consejos adicionales
- Aromatiza la masa: Para un toque extra de sabor, puedes añadir a la masa especias como canela, nuez moscada o semillas de anís.
- Relleno opcional: Si deseas, puedes rellenar los panes con queso, mermelada o crema pastelera antes de hornearlos, creando una versión más dulce o salada de esta receta básica.
- Conservación: Estos panes se mantienen frescos durante 2-3 días si los guardas en una bolsa de tela o en un recipiente hermético. También puedes congelarlos una vez que estén completamente fríos y descongelarlos cuando los necesites.
Este pan casero es una delicia versátil que puedes personalizar según tus gustos y preferencias. ¡Anímate a probarlo y sorprende a tu familia con esta receta fácil y deliciosa!