Las rosquitas de limón son uno de esos dulces que nunca pasan de moda, trayendo consigo el encanto de las recetas tradicionales que han pasado de generación en generación. Esta receta, inspirada en las manos expertas de la abuela, es perfecta para disfrutar en cualquier momento del día. Su crujiente textura y delicado aroma a limón las hacen irresistibles, ya sea para acompañar una taza de café, té o unos buenos mates.
Con ingredientes simples y pasos fáciles de seguir, estas rosquitas son la elección ideal para una merienda en familia, para compartir con amigos o simplemente para endulzar un momento especial en casa. Además, el toque de limón les da un sabor fresco y único que encanta a todos.
Ingredientes:
- 100 g de azúcar
- 50 g de manteca (a temperatura ambiente)
- Ralladura de 1 limón
- 5 cucharadas de leche
- 1 huevo
- 260 g de harina
- 1 yema de huevo
- 3 cucharadas de leche (para pincelar las rosquitas)
Preparación:
- Preparación de la masa: En un bol grande, mezclá el azúcar con la manteca hasta que obtengas una crema suave y homogénea. Incorporá la ralladura de limón y las 5 cucharadas de leche, mezclando bien. Luego, añadí el huevo y seguí batiendo hasta que la mezcla esté bien integrada.
- Incorporación de la harina: Agregá la harina poco a poco, mezclando con una espátula o con las manos. Amasá suavemente hasta formar una masa suave y manejable. Si la masa está demasiado pegajosa, podés añadir un poco más de harina, pero con cuidado de no exagerar, para que las rosquitas no queden duras.
- Formación de las rosquitas: Dividí la masa en pequeñas porciones y formá cilindros finos con cada una. Uní los extremos de cada cilindro para crear las rosquitas y colocalas en una bandeja para horno forrada con papel vegetal.
- Pintado y cocción: Mezclá la yema de huevo con las 3 cucharadas de leche en un bol pequeño y usá esta mezcla para pincelar las rosquitas, dándoles un bonito color dorado durante la cocción. Precalentá el horno a 180°C y horneá las rosquitas por 15 a 20 minutos, o hasta que estén ligeramente doradas.
- Enfriado: Retirá las rosquitas del horno y dejalas enfriar sobre una rejilla antes de servir.
Consejos adicionales:
- Acentuá el sabor a limón: Si te encanta el sabor del limón, podés agregar unas gotas de jugo de limón a la masa para intensificar el toque cítrico.
- Decoración: Una vez frías, espolvoreá las rosquitas con un poco de azúcar impalpable para un toque decorativo y dulce extra.
- Conservación: Guardá las rosquitas en un recipiente hermético para mantenerlas frescas. Se conservarán crujientes y deliciosas durante varios días.
Estas rosquitas son una receta sencilla que siempre trae consigo una sonrisa y recuerdos de la cocina casera. ¡Anímate a prepararlas y a compartirlas con tus seres queridos!