La menta es una planta aromática esencial en la cocina, utilizada tanto en platos como en bebidas.
Para mantenerla siempre vigorosa y con un aroma envolvente, existen algunos secretos de jardinería que tenés que conocer.
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La menta necesita riego constante. Lo ideal es mantener el suelo siempre húmedo, sin encharcarlo, para que la planta pueda desarrollarse de manera saludable.
Cuidados esenciales
Para asegurar el mejor crecimiento posible, además de mantener la tierra húmeda, es importante proteger la planta del frío y las heladas.
Fertilizar la menta de vez en cuando es clave, y si la estás cultivando en una maceta, acordate de girarla cada 3 o 4 días para que reciba luz solar de manera uniforme.
El mejor momento para cosechar las hojas de menta es cuando están más aromáticas, generalmente poco antes de la floración.
Retirá las hojas amarillas y cortá las demás justo por encima del primer o segundo grupo de hojas.
Cultivando menta en macetas
Sí, es posible cultivar menta en macetas. Elegí un recipiente grande con agujeros en la base para el drenaje del agua, evitando así que las raíces se pudran y permitiendo que la planta tenga suficiente espacio para crecer.
Para un cultivo sin complicaciones, el pH del suelo debe estar entre 6,0 y 7,0, manteniéndolo húmedo para satisfacer las necesidades de la planta.
Propagación por esquejes
Para propagar la menta utilizando esquejes, cortá un pedazo de aproximadamente 12 a 15 centímetros de una planta.
Después de preparar el corte y retirar las hojas inferiores, colocá el esqueje en un vaso de agua y ubicálo en una ventana.
Tras recibir de 4 a 6 horas de luz diaria y cuando las raíces estén lo suficientemente largas, el esqueje estará listo para ser plantado.
Plantación en el jardín
Podés plantar menta en el jardín utilizando tanto semillas como esquejes. Para las semillas, introducílás en el suelo a una profundidad de unos 3 centímetros.
Para los esquejes, prepará el suelo con una capa de humus y plantá los esquejes a una profundidad de 5 centímetros.
Truco extra de jardinería
El agua que utilizás para lavar el arroz antes de cocinarlo es un excelente aditivo para tu jardín, especialmente para orquídeas, lirios y geranios.
Esta agua contiene nutrientes que ayudan al desarrollo saludable de la menta, promoviendo un crecimiento aún más vigoroso.
Siguiendo estos consejos, tu menta no solo sobrevivirá, sino que prosperará, llenando tu cocina con el frescor y el aroma de esta maravillosa planta. ¡Probá y mirá cómo se transforma tu huerta o jardín!