¿Te imaginas preparar un pan tan suave, esponjoso y dorado que todos te pregunten cómo lo hiciste? Esta receta te mostrará el paso a paso para lograrlo sin necesidad de experiencia previa ni ingredientes complicados. Solo necesitas una licuadora, un poco de paciencia y mucho amor por la cocina.
Ingredientes necesarios
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3 huevos
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½ taza de azúcar
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2 cucharadas de mantequilla suave
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1 cucharada de levadura seca
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1 pizca de sal
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1 taza de leche tibia
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Harina de trigo (cantidad necesaria)
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1 yema de huevo (para pincelar)
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Aceite para el bol
Preparación paso a paso
1. Mezcla base en licuadora
Comienza agregando en la licuadora los 3 huevos, el azúcar, la mantequilla suave, la levadura, la sal y la leche tibia. Licúa durante unos minutos hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea.
2. Forma la masa
Vierte la mezcla en un bol grande y añade poco a poco la harina, mezclando hasta que se forme una masa suave. Luego pásala a una superficie enharinada y amasa hasta obtener una textura firme y elástica.
3. Deja reposar
Coloca la masa en un bol aceitado, cúbrela con un paño limpio y déjala reposar en un lugar cálido durante unos 45 minutos, o hasta que duplique su tamaño.
4. Da forma a los panes
Una vez fermentada, presiona la masa para quitar el exceso de aire. Divide en 12 porciones iguales, forma pequeñas pelotas, aplánalas ligeramente y enróllalas. Colócalas en un molde engrasado, dejando un pequeño espacio entre cada una.
5. Pincela y hornea
Pinta la superficie con yema de huevo para darles ese color dorado irresistible. Luego, hornea en horno precalentado a 200 °C durante 30 minutos, o hasta que estén dorados y fragantes.
Consejo final
Si querés un pan aún más tierno, podés colocar un pequeño recipiente con agua dentro del horno durante el horneado: el vapor ayudará a que la corteza quede suave y brillante.
Cuando pruebes este pan, entenderás por qué muchos panaderos se preguntarán cómo lograste un resultado tan perfecto.
Nota: Si bien es una receta sencilla, recordá que la temperatura y el tiempo de levado pueden variar según el clima de tu región. Ajustá según sea necesario para obtener la mejor textura.