Todos hemos experimentado, al menos una vez o más, que nuestro palo de escoba o cepillo se rompe mientras lo usamos.
Aunque intentemos arreglarla y reforzarla, eso no basta para evitar futuras roturas.
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Por eso, vamos a ver cómo reparar correctamente nuestras escobas y palos de escoba que utilizamos para la limpieza diaria.
Para hacer este truco, necesitarás una botella de plástico y algo con lo que cortar; aquí te explicamos cómo:
Materiales
- 1 Botella de plástico
- 1 Cúter o cuchillo
- 2 Tornillos
Procedimiento
Tenemos que determinar la forma en que se rompió el palo de escoba, por ejemplo, si tenía una fractura diagonal o una grieta larga. Recuerda que la unión tiene que ser uniforme, de lo contrario volverá a romperse.
- Para empezar, cogemos la botella de plástico, cortamos la parte superior donde está el tapón y la guardamos.
- A continuación, recortamos la punta del palo para asegurarnos de que esté lisa y sin astillas.
- A continuación, quitamos el tapón de la parte superior de la botella previamente cortada y lo introducimos en un palo de madera.
- Si no encaja, podemos golpearlo con un martillo para asegurarnos de que queda bien sujeto.
- Además, podemos utilizar dos tornillos para fijar mejor ambas partes.
- Luego se colocan otros dos tornillos para fijar firmemente el tapón de la botella a su homólogo del palo.
- Por último, fijamos la base y el palo de escoba o cepillo atornillándolos.
¡Ya tenemos lista y reparada la escoba rota con una botella de plástico!
Otros trucos:
Para este truco, puedes utilizar un tubo de PVC que suele ser más ancho que el palo de la escoba.
Puedes utilizar unos alicates para doblar el plástico de modo que encaje en la base del palo.
Corta la tubería para que tenga una altura adecuada y deslízala en el palo de escoba ensanchado; si entra más, la unión será más fuerte. Fíjalo bien con cinta aislante también en su parte superior.
Si no queda demasiado ajustado, aplica cinta adhesiva para mantenerlo todo en su sitio; de lo contrario, puede que tu nuevo palo de escoba no quede recto.
En definitiva, mientras tu cepillo o escoba funcionen correctamente, ¡no importa su aspecto posterior!