Esta receta es perfecta para los amantes de las tartas suaves y esponjosas. La combinación de manzana con un toque de vainilla y la textura cremosa que aporta el yogur logran que esta tarta se derrita en la boca.
Además, la mermelada de damasco le da un acabado brillante y delicioso. Ideal para disfrutar en una tarde de café o como postre.
¡Anímate a probar esta receta y sorprende a tu familia!
Ingredientes
- 3 Huevos
- 150 g de Azúcar (aproximadamente 6 cucharadas)
- 1 cdita de Esencia de vainilla
- 100 g de Manteca (7 cucharadas), derretida
- 100 g de Yogur natural (4.5 cucharadas)
- 240 g de Harina (1.5 tazas + 1 cucharada)
- 10 g de Levadura en polvo (2 cucharaditas)
- 4 Manzanas
- 1 cda de Jugo de limón
- Mermelada de damasco (para decorar)
Preparación
- Precalienta el horno a 180°C, y engrasa un molde de aproximadamente 22 cm de diámetro o cúbrelo con papel de horno.
- Prepara la mezcla de huevos y azúcar:
- En un bowl grande, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa y de color claro. Esto se logra en unos 3-5 minutos de batido con batidora eléctrica a velocidad media-alta.
- Añade la esencia de vainilla y la manteca derretida:
- Incorpora la esencia de vainilla y la manteca derretida (deja que esté a temperatura ambiente para que no cocine los huevos), y mezcla suavemente hasta que se integren.
- Incorpora el yogur:
- Agrega el yogur natural y mezcla hasta obtener una preparación homogénea.
- Tamiza los ingredientes secos:
- Tamiza la harina junto con la levadura en polvo e incorpóralos poco a poco en la mezcla, batiendo a baja velocidad o con movimientos envolventes para evitar que se formen grumos. Debe quedar una masa suave y sin grumos.
- Prepara las manzanas:
- Pela las manzanas y córtalas en láminas finas. Rocíalas con jugo de limón para evitar que se oxiden y para realzar su sabor en la tarta.
- Monta la tarta:
- Vierte la masa en el molde preparado y distribúyela de manera uniforme. Coloca las láminas de manzana en la parte superior de la masa, formando círculos o patrones según prefieras. Las manzanas se hundirán un poco en la masa durante la cocción, dando una textura tierna y jugosa a la tarta.
- Hornea:
- Lleva la tarta al horno precalentado y hornea durante aproximadamente 40-45 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro salga limpio y la superficie esté dorada.
- Decora con mermelada de damasco:
- Una vez fuera del horno y mientras la tarta esté aún tibia, calienta un poco de mermelada de damasco y, con una brocha de cocina, úntala sobre la superficie de la tarta. Esto le dará un brillo apetitoso y un sabor extra.
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Consejos adicionales:
- Para un sabor más intenso: Puedes añadir una pizca de canela o jengibre en polvo a la mezcla de harina y levadura.
- Consistencia perfecta: Si prefieres una tarta más esponjosa, asegúrate de no batir en exceso después de agregar la harina, así evitarás que la masa quede densa.
- Alternativas de decoración: Si no tienes mermelada de damasco, prueba con mermelada de durazno o una mezcla de mermelada y agua para un toque brillante.
¡Disfruta de esta deliciosa tarta de manzana que se deshace en cada bocado!