Esta receta te mostrará cómo hacer churros caseros sin necesidad de una churrera. Los churros son un popular manjar español, sobre todo en los meses más fríos, cuando suelen consumirse como desayuno o merienda con chocolate caliente o café con leche.
La forma tradicional de preparar los churros es freír una mezcla de harina, agua y sal antes de rebozarlos en azúcar y servirlos frescos.
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Hoy en día es fácil encontrar churros de buena calidad en las cafeterías españolas o comprarlos congelados ya preparados en el supermercado.
Te animamos a que hagas tus propios churros en casa; ¡es sencillo y rápido!
Ingredientes (para 2 docenas de churros aproximadamente)
- 250 ml. de Agua
- 120 gr. de Harina
- 1 pizca de Sal
- 20 gr. de Manteca
- Aceite de Girasol (suficiente para freír)
- 200 gr. de Azúcar
1- Calienta agua en un cazo al fuego y añade la manteca con una pizca de sal.
2- Una vez derretida, echa la harina mientras remueves con una cuchara de madera hasta que se absorba toda el agua y la masa no se pegue a la cacerola. Si te resulta demasiado dura, puedes añadir un poco más de agua.
3- Coloca esta masa de churros en un cuenco y tápala con film transparente hasta que alcance la temperatura ambiente.
4- Llena una manga pastelera con la masa de churro y comprímela para que no queden bolsas de aire. Asegúrate de que la masa quede bien apretada en la bolsa.
5- Pon una olla con aceite al fuego y caliéntalo hasta que esté caliente. Aprieta la manga de la manga pastelera para sacar porciones de masa, cortándolas con tijeras directamente en la sartén.
6- Fríe cada churro de uno en uno, ya que si se amontonan demasiado, el aceite se enfriará y no se cocinarán bien. Dales la vuelta para que todos los lados se cocinen por igual y déjalos freír hasta que se doren.
7- A continuación, pasa los churros a un plato forrado con papel absorbente para eliminar la grasa sobrante.
8- Espolvorea ligeramente los churros con azúcar y preséntalos aún calientes para que queden crujientes.
