Las ollas y sartenes quemadas son un problema común en la cocina.
A veces, es culpa nuestra por dejar el fuego demasiado alto, y otras, simplemente porque el utensilio ya está desgastado.
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Sea cual sea la razón, enfrentarse a una sartén con restos quemados puede parecer una tarea imposible.
Afortunadamente, existen trucos sencillos y efectivos para devolverles su brillo original.
En este artículo, te explicamos una técnica fácil con ingredientes que seguro tenés en casa.
Materiales necesarios
Para este método solo vas a necesitar:
- 2 o 3 cucharadas de bicarbonato de sodio
- Un poco de agua
- Un trozo de papel de aluminio
Con estos materiales, lograrás eliminar los restos quemados sin dañar la superficie de la sartén o la olla.
Procedimiento paso a paso
- Prepará la mezcla de limpieza
Espolvoreá el bicarbonato de sodio sobre la parte quemada de la sartén o la olla. Agregá suficiente agua para formar una pasta espesa que cubra bien toda la superficie afectada. - Usá el papel de aluminio
Tomá el trozo de papel de aluminio y hacé una bola con él. Luego, utilizalo para frotar la pasta de bicarbonato en círculos o de un lado a otro, según te resulte más cómodo. - Enjuagá y evaluá
Después de frotar durante unos minutos, enjuagá con agua tibia y detergente. Si notás que aún quedan restos, repetí el proceso hasta que la sartén esté completamente limpia.
¿Por qué funciona esta técnica?
El bicarbonato de sodio es conocido por sus propiedades abrasivas suaves, lo que ayuda a desprender la suciedad sin rayar la superficie.
El papel de aluminio, por su parte, actúa como un estropajo eficaz pero menos agresivo que otros productos de limpieza, permitiendo remover lo quemado sin esfuerzo excesivo.
Además, este método es económico y reutilizable. Si tenés papel de aluminio usado de alguna preparación anterior, podés aprovecharlo para esta tarea antes de desecharlo.
Consejos adicionales:
- Reutilización inteligente: Si ya usaste papel de aluminio para cubrir un plato en el horno, no lo tires. Formá una bola y guardala para futuras limpiezas.
- Evitar rayones: Aunque el aluminio es seguro para sartenes de acero inoxidable y hierro, evitá usarlo en superficies antiadherentes, ya que podría dañarlas.
- Mantenimiento regular: Limpiar tus sartenes inmediatamente después de usarlas evita que los residuos se adhieran con fuerza, facilitando la limpieza diaria.
Con este truco, tus ollas y sartenes volverán a estar relucientes con el mínimo esfuerzo, permitiéndote seguir cocinando sin preocuparte por manchas difíciles.