Si buscás una receta rendidora, ideal para la merienda o para tener algo dulce a mano, estas galletitas de maicena son una joyita de la cocina casera. Se preparan en pocos minutos, con ingredientes simples, y quedan suaves, livianas y con una textura que se deshace apenas las mordés. Acá te explico cómo hacerlas paso a paso, con un par de trucos para que te salgan perfectas.
Ingredientes (para unas 25 galletitas)
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200 g de maicena (fécula de maíz)
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100 g de manteca a temperatura ambiente
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1 yema de huevo
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100 g de leche condensada
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1 cucharadita de esencia de vainilla
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½ cucharadita de polvo de hornear (opcional, para que queden un poco más aireadas)
Paso a paso
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Prepará el horno:
Prendelo a 170 °C con calor arriba y abajo, sin ventilador. Mientras tanto, prepará una bandeja con papel manteca o una silicona antiadherente. -
Uní la manteca y la leche condensada:
En un bol grande, batí la manteca con la leche condensada hasta que se forme una crema suave. Podés hacerlo a mano o con batidora eléctrica. -
Sumá la yema y la esencia de vainilla:
Mezclá bien hasta que todo esté integrado. -
Incorporá los secos:
Agregá la maicena (y el polvo de hornear si usás) de a poco, mezclando hasta formar una masa lisa, suave y que no se pegue a los dedos. -
Formá las galletitas:
Hacé bolitas del tamaño de una nuez, colocalas en la bandeja y aplastalas apenas con un tenedor para darles una forma linda. -
Al horno:
Cociná entre 12 y 15 minutos. No tienen que dorarse, deben quedar blancas pero firmes al tacto. -
Enfriado y decoración:
Dejalas enfriar sobre una rejilla. Si querés, podés espolvorearlas con un poco de azúcar impalpable una vez frías.
Consejos extra para que te salgan de 10
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Sabor extra: agregá ralladura de limón o naranja a la masa para un toque cítrico y fresco.
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Relleno tentador: si te animás, podés unirlas de a dos con dulce de leche repostero como si fueran alfajorcitos.
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Conservación: se mantienen perfectas hasta 7 días en un frasco hermético o en una lata bien cerrada.
Estas galletitas son un clásico de las abuelas, pero siguen siendo igual de irresistibles hoy. No llevan harina común, así que además son una buena opción para quienes quieren evitar el gluten (verificá que el resto de los ingredientes también lo sean).