Esta receta es ideal para quienes buscan opciones sin ingredientes animales, pero sin renunciar a la textura y sabor de un buen pan. Preparado con ingredientes simples, es perfecto para rellenar con lo que tengas a mano y disfrutar en cualquier momento del día.
A continuación, podrás visualizar la preparación en el siguiente video del canal de Cozinhando com a Ly:
Ingredientes para la masa
- 300 ml de agua tibia
- 10 g de levadura seca (1 sobre)
- 40 g de azúcar (2 cucharadas soperas)
- 90 ml de aceite (medio vaso)
- 10 g de sal (1 cucharadita)
- 500 g de harina común (sin leudante)
Preparación de la masa
- En un bol, disolver la levadura en el agua tibia y dejar reposar 1 minuto.
- Agregar el azúcar, aceite y sal. Mezclar.
- Incorporar la harina de a poco y mezclar hasta obtener una masa firme.
- Pasar la masa a la mesada y amasar unos 3 minutos hasta que esté lisa y no se pegue.
- Colocar la masa en un bol con un poco de aceite, tapar con film o paño, y dejar leudar unos 50 minutos hasta que doble su volumen.
Preparación del relleno
Se puede usar cualquier relleno. En el video se usó calabresa salteada con tomate, maíz, aceitunas y cebolla de verdeo. Se puede agregar queso crema o mozzarella si no hay restricciones.
Armado y horneado
- Estirar la masa con un palo de amasar en forma de rectángulo.
- Distribuir el relleno dejando margen en los bordes.
- Enrollar como un pionono y sellar los extremos.
- Colocar en una fuente aceitada y enharinada con la parte de la unión hacia abajo.
- Tapar y dejar reposar 30 minutos más.
- Pintar con aceite (o huevo con leche si se desea) y espolvorear con orégano o sésamo.
- Hornear a 180°C durante 35 a 40 minutos.
Consejos y recomendaciones
- No omitir el tiempo de levado, ya que asegura una miga esponjosa.
- Podés variar el relleno con verduras salteadas, quesos veganos o sobras del día anterior.
- Revisá la cocción: cada horno es distinto, observá el dorado del pan.
- Ideal para freezar: una vez frío, podés congelar porciones para consumir después.
Conclusión
Este pan casero sin leche ni huevo es una opción práctica, económica y muy versátil. Ideal para meriendas, picnics o almuerzos livianos, se adapta a muchos estilos de alimentación y podés personalizarlo según tus gustos.