Si estás buscando un postre rápido, cremoso y delicioso, esta receta de postre de limón y chocolate blanco es perfecta. No requiere horno, es fácil de hacer y el resultado es una mezcla equilibrada entre el dulzor del chocolate blanco y el toque ácido del limón. Es ideal para sorprender a tus invitados o darte un gusto en cualquier momento. Nos hemos ayudado con el siguiente video:
Historia del postre de limón y chocolate blanco
El chocolate blanco fue creado a principios del siglo XX en Suiza, cuando los fabricantes de chocolate comenzaron a experimentar con la manteca de cacao. A diferencia del chocolate negro o con leche, el chocolate blanco no contiene sólidos de cacao, lo que le da su sabor suave y cremoso.
El limón, por otro lado, ha sido utilizado en la repostería desde hace siglos debido a su sabor ácido y refrescante. La combinación de limón y chocolate blanco es relativamente moderna y ha ganado popularidad por el contraste perfecto entre el dulzor del chocolate y la acidez del limón.
Este tipo de postre sin horno es una adaptación contemporánea que permite obtener una textura cremosa y ligera sin necesidad de hornear, lo que lo convierte en una opción rápida y fácil para cualquier ocasión.
Ingredientes
Para esta receta vas a necesitar:
Base de limón:
- Jugo de 4 limones (aproximadamente 200 ml)
- 2 yemas de huevo
- 1 cucharadita de azúcar de vainilla
- 15 g de almidón de maíz
- 80 g de chocolate blanco (troceado)
- 100 g de ricota
- 100 g de leche condensada
- 50 g de yogur natural
- 100 ml de crema de leche (para batir)
Base de naranja:
- Jugo de 2 naranjas
- 2 yemas de huevo
- 1 cucharadita de azúcar de vainilla
- 40 g de almidón de maíz
- 80 g de leche condensada
- 100 g de ricota
- 100 ml de crema de leche (para batir)
- 200 g de piña en almíbar (picada)
Preparación paso a paso
- Preparación de la base de limón:
- Exprimí los limones y colá el jugo.
- En una cacerola, mezclá las yemas de huevo, el azúcar de vainilla y el almidón de maíz.
- Añadí el jugo de limón y cociná a fuego medio, revolviendo constantemente hasta que la mezcla espese.
- Retirá del fuego y añadí el chocolate blanco troceado. Mezclá hasta que el chocolate se derrita por completo.
- Dejá enfriar la mezcla.
- En un bol aparte, batí la ricota, la leche condensada y el yogur hasta que quede una mezcla homogénea.
- Añadí la crema de leche batida y mezclá suavemente.
- Preparación de la base de naranja:
- Exprimí las naranjas y colá el jugo.
- En una cacerola, mezclá las yemas de huevo, el azúcar de vainilla y el almidón de maíz.
- Añadí el jugo de naranja y cociná a fuego medio, revolviendo constantemente hasta que espese.
- Retirá del fuego y dejá enfriar.
- En un bol aparte, batí la leche condensada, la ricota y la crema de leche.
- Incorporá la mezcla de naranja fría y las piñas picadas.
- Montaje:
- En vasos o copas individuales, colocá una capa de la mezcla de limón.
- Añadí una capa de la mezcla de naranja.
- Repetí el proceso hasta llenar los vasos.
- Decoración:
- Espolvoreá con canela o cacao en polvo.
- Decorá con una rodaja de limón o naranja para darle un toque fresco.
- Dejá reposar en la heladera por al menos 2 horas antes de servir.
Consejos y recomendaciones
- Chocolate blanco: Usá chocolate blanco de buena calidad para que el sabor sea más intenso.
- Textura: Si querés una textura más firme, podés añadir una cucharadita de gelatina sin sabor a la mezcla de limón y naranja.
- Conservación: El postre se conserva en la heladera hasta por 3 días.
- Sabor adicional: Si querés un toque diferente, podés añadir ralladura de limón o naranja a las mezclas para potenciar el sabor cítrico.
- Versión sin lactosa: Podés sustituir la ricota y la crema de leche por versiones sin lactosa.
- Presentación: Si querés una presentación más elegante, podés servir el postre en copas de vidrio y decorar con hojas de menta.
- Toque crocante: Para un toque crujiente, podés añadir una capa de galletas trituradas entre las capas de limón y naranja.
- Mejor sabor: Si dejás reposar el postre en la heladera durante toda la noche, los sabores se intensificarán y la textura será aún más cremosa.
- Cobertura extra: Si querés un acabado más dulce, podés derretir un poco de chocolate blanco y verterlo sobre la parte superior antes de servir.
Conclusión
Este postre rápido de limón y chocolate blanco es una opción perfecta para cualquier ocasión. La combinación de la acidez del limón con el dulzor del chocolate blanco y la suavidad de la ricota crea una mezcla equilibrada y deliciosa. Además, la textura ligera y cremosa hace que este postre sea irresistible. Probá esta receta y disfrutá de un postre casero, fácil y delicioso.