Muchas personas no conocen la diferencia entre un huevo blanco y un huevo marrón.

Muchas personas no conocen la diferencia entre un huevo blanco y un huevo marrón.

En cualquier supermercado argentino, es común encontrar huevos con cáscara blanca y otros con cáscara marrón. Muchos creen que los marrones son más naturales o más nutritivos, mientras que los blancos suelen ser más económicos. Pero ¿hay realmente una diferencia importante entre ambos? Spoiler: no es lo que pensás.


¿De dónde viene la diferencia de color?

La diferencia entre huevos blancos y marrones no tiene nada que ver con la calidad, el sabor o el valor nutricional. Se trata simplemente de genética: las gallinas blancas, con lóbulos de las orejas claros, ponen huevos blancos. Las gallinas marrones, con lóbulos rojizos, ponen huevos marrones. Nada más.


¿Cuál es más nutritivo?

No hay diferencia. Ambos tipos de huevo ofrecen proteínas de alta calidad, hierro, vitamina B12, vitamina D y grasas saludables. Lo que sí influye es la alimentación de la gallina: si fue criada al aire libre, con una dieta variada y saludable, el huevo será más nutritivo, sea del color que sea.


¿Los huevos marrones son más naturales?

Ese es uno de los mitos más comunes. La cáscara marrón no significa que el huevo sea orgánico, natural o de campo. Podés encontrar huevos blancos provenientes de gallinas criadas con estándares orgánicos, al igual que huevos marrones de criaderos industriales. Lo importante es leer la etiqueta y conocer el origen del producto.


¿La cáscara marrón es más resistente?

En muchos casos, sí. Las gallinas marrones suelen ser más grandes y necesitan más calcio para formar la cáscara, lo que a veces se traduce en huevos con cáscaras un poco más gruesas. Esto puede ser útil si los transportás mucho o si los chicos en casa los manipulan.


¿Por qué los huevos marrones son más caros?

No es por la calidad. Las gallinas que ponen huevos marrones comen más y son más costosas de mantener. Por eso, el precio final del huevo marrón suele ser más alto. Pero eso no implica que sea mejor o más saludable.


¿Cuál deberías elegir?

La verdadera diferencia no está en el color, sino en el tipo de producción. Lo ideal es optar por huevos de gallinas criadas al aire libre o en sistemas orgánicos. Si el huevo es blanco o marrón, es secundario frente al bienestar del animal y a las prácticas de producción.


Consejos y recomendaciones

  • Fijate en el código del huevo: en Argentina, los huevos tienen un código impreso que indica el sistema de cría. Los códigos más bajos (como el 0 o el 1) corresponden a sistemas más respetuosos con las gallinas.

  • Comprá en ferias o productores de confianza si querés tener más control sobre el origen de tus alimentos.

  • Conservá bien los huevos: siempre refrigerados y con la punta hacia abajo, para mantener su frescura.

No importa si son blancos o marrones: lo que realmente cuenta es cómo fueron producidos. Elegir huevos de buena calidad, provenientes de gallinas bien alimentadas y cuidadas, es lo mejor para tu salud y para el medio ambiente. Hacé tu elección con información, y compartila: ayudar a otros también es parte de una alimentación consciente.

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