En la cocina, muchas veces descubrimos que lo sencillo puede superar a lo tradicional. Así sucede con esta receta de papas, cebollas y sardinas, un plato humilde que logra un sabor tan intenso y reconfortante que algunos aseguran que incluso puede competir con la carne.
Este plato es perfecto para quienes buscan variar el menú, ahorrar sin perder calidad y, sobre todo, sorprender a la familia con un sabor distinto y delicioso.
Ingredientes necesarios
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2 latas de sardinas
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3 papas medianas
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2 cebollas grandes
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1 zanahoria
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1 tomate
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Aceite de oliva
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1 cucharadita de paprika
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Sal, pimienta y albahaca al gusto
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2 huevos
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2 cucharadas de crema agria
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100 g de queso mozzarella rallado
Preparación paso a paso
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Preparar las papas
Pela y corta las papas en rodajas. Hiérvelas durante unos minutos hasta que estén medio cocidas. Reserva. -
Sofrito de vegetales
En una sartén, calienta un poco de aceite de oliva. Agrega la cebolla cortada en plumas, la zanahoria rallada y el tomate picado. Sofríe hasta que los vegetales se ablanden y suelten su aroma. -
Incorporar las sardinas
Añade las sardinas escurridas al sofrito y mezcla con cuidado para no deshacerlas demasiado. Condimenta con paprika, sal, pimienta y albahaca. -
Montaje del plato
En una fuente para horno, coloca una capa de papas, encima el sofrito con sardinas y repite hasta completar. -
Mezcla de huevos y crema
Bate los huevos con la crema agria y vierte esta mezcla sobre la preparación. -
Toque final
Cubre con queso mozzarella rallado y hornea en horno precalentado a 180 ºC durante 20 minutos, hasta que la superficie quede dorada y gratinada.
Consejos y recomendaciones
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Si prefieres un sabor más intenso, añade unas aceitunas negras al sofrito.
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Puedes reemplazar el queso mozzarella por parmesano para una costra más crujiente.
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Acompaña este plato con una ensalada fresca de hojas verdes para equilibrar sabores.
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Para quienes buscan una opción más ligera, sustituye la crema agria por yogur natural sin azúcar.
Este gratinado de papas, cebollas y sardinas demuestra que no siempre la carne es la protagonista en la mesa. Con ingredientes simples y accesibles, se puede preparar un plato sabroso, nutritivo y lleno de carácter que sorprende a todos los comensales.