¡Las albóndigas de espinacas que vuelven locos a todos!

¡Las albóndigas de espinacas que vuelven locos a todos!

Estas albóndigas de espinaca son ideales para quienes buscan una alternativa saludable, sin carne y con mucho sabor. Con pocos ingredientes y una preparación sencilla, podés tener listas unas bolitas doradas, crocantes por fuera y cremosas por dentro, que sorprenden a todos. Son perfectas como entrada, plato principal o incluso como snack saludable. Nos hemos ayudado con la información del siguiente video:

 

Ingredientes principales

  • 400-500 g de papas hervidas y peladas
  • 1 diente de ajo
  • 200 ml del agua de cocción
  • 200 g de espinaca cocida y bien escurrida
  • 40 g de queso parmesano rallado
  • 1 huevo
  • Sal, pimienta y nuez moscada a gusto
  • 90 g de pan rallado
  • 150 g de muzzarella en cubos
  • Aceite de oliva

Paso a paso

  1. Herví las papas hasta que estén bien tiernas. Pisalas en caliente para lograr una textura suave.
  2. Reservá parte del agua de cocción, que servirá para saltear la espinaca y conservar sabor.
  3. En una sartén, salteá el ajo picado en un poco de aceite, agregá el agua reservada y cociná unos minutos hasta que se reduzca.
  4. Añadí la espinaca bien escurrida y picada, cociná un minuto y retirá el ajo para evitar que quede muy fuerte.
  5. En un bol, mezclá las papas pisadas con la espinaca, el queso rallado, el huevo, las especias y el pan rallado. Debe quedar una mezcla firme y moldeable.
  6. Formá bolitas medianas y rellenalas con cubitos de muzzarella. Cerrá bien para que el queso no se escape al cocinar.
  7. Si querés una capa más crocante, rebozalas en pan rallado nuevamente.
  8. Disponelas en una fuente aceitada o con papel manteca y horneá a 180 °C durante 25-30 minutos, o hasta que estén doradas.

Consejos y recomendaciones

  • Podés reemplazar la espinaca por acelga, kale o incluso brócoli bien picado.
  • Si la mezcla está demasiado húmeda, agregá más pan rallado o usá harina de garbanzos para una versión sin gluten.
  • Se pueden cocinar también en sartén antiadherente con un poco de aceite, o en freidora de aire.
  • Para un sabor extra, agregá a la mezcla una cucharada de mostaza o queso crema.
  • Acompañalas con una salsa casera de tomate, yogur con hierbas, o una salsita de palta.
  • Se pueden hacer en versión mini para picadas o como finger food para eventos.
  • Conservan bien 3-4 días en heladera, o hasta 3 meses en freezer.

Ideas de variantes

  • Versión sin lactosa: usá queso rallado sin lactosa y evitá la muzzarella o reemplazala por tofu firme.
  • Versión vegana: reemplazá el huevo por una cucharada de semillas de chía hidratadas, y usá queso vegetal.
  • Para chicos: formá figuras divertidas con moldes o hacé las albóndigas más pequeñas para que las puedan agarrar fácil.

Conclusión

Estas albóndigas de espinaca son la prueba de que se puede comer rico, sano y sin carne. Prácticas, versátiles y con ingredientes simples, son una gran opción para sumar más vegetales al plato sin resignar sabor. Además, son ideales para cocinar en cantidad y tener listas para cualquier comida. Animate a probarlas y hacelas parte de tu menú semanal.

Deja un comentario