Estas albóndigas de espinaca son ideales para quienes buscan una alternativa saludable, sin carne y con mucho sabor. Con pocos ingredientes y una preparación sencilla, podés tener listas unas bolitas doradas, crocantes por fuera y cremosas por dentro, que sorprenden a todos. Son perfectas como entrada, plato principal o incluso como snack saludable. Nos hemos ayudado con la información del siguiente video:
Ingredientes principales
- 400-500 g de papas hervidas y peladas
- 1 diente de ajo
- 200 ml del agua de cocción
- 200 g de espinaca cocida y bien escurrida
- 40 g de queso parmesano rallado
- 1 huevo
- Sal, pimienta y nuez moscada a gusto
- 90 g de pan rallado
- 150 g de muzzarella en cubos
- Aceite de oliva
Paso a paso
- Herví las papas hasta que estén bien tiernas. Pisalas en caliente para lograr una textura suave.
- Reservá parte del agua de cocción, que servirá para saltear la espinaca y conservar sabor.
- En una sartén, salteá el ajo picado en un poco de aceite, agregá el agua reservada y cociná unos minutos hasta que se reduzca.
- Añadí la espinaca bien escurrida y picada, cociná un minuto y retirá el ajo para evitar que quede muy fuerte.
- En un bol, mezclá las papas pisadas con la espinaca, el queso rallado, el huevo, las especias y el pan rallado. Debe quedar una mezcla firme y moldeable.
- Formá bolitas medianas y rellenalas con cubitos de muzzarella. Cerrá bien para que el queso no se escape al cocinar.
- Si querés una capa más crocante, rebozalas en pan rallado nuevamente.
- Disponelas en una fuente aceitada o con papel manteca y horneá a 180 °C durante 25-30 minutos, o hasta que estén doradas.
Consejos y recomendaciones
- Podés reemplazar la espinaca por acelga, kale o incluso brócoli bien picado.
- Si la mezcla está demasiado húmeda, agregá más pan rallado o usá harina de garbanzos para una versión sin gluten.
- Se pueden cocinar también en sartén antiadherente con un poco de aceite, o en freidora de aire.
- Para un sabor extra, agregá a la mezcla una cucharada de mostaza o queso crema.
- Acompañalas con una salsa casera de tomate, yogur con hierbas, o una salsita de palta.
- Se pueden hacer en versión mini para picadas o como finger food para eventos.
- Conservan bien 3-4 días en heladera, o hasta 3 meses en freezer.
Ideas de variantes
- Versión sin lactosa: usá queso rallado sin lactosa y evitá la muzzarella o reemplazala por tofu firme.
- Versión vegana: reemplazá el huevo por una cucharada de semillas de chía hidratadas, y usá queso vegetal.
- Para chicos: formá figuras divertidas con moldes o hacé las albóndigas más pequeñas para que las puedan agarrar fácil.
Conclusión
Estas albóndigas de espinaca son la prueba de que se puede comer rico, sano y sin carne. Prácticas, versátiles y con ingredientes simples, son una gran opción para sumar más vegetales al plato sin resignar sabor. Además, son ideales para cocinar en cantidad y tener listas para cualquier comida. Animate a probarlas y hacelas parte de tu menú semanal.