Preparar mozzarella en casa no solo es posible, sino que puede darte un resultado fresco, natural y con un sabor superior al queso industrial. Si tenés acceso a buenos ingredientes y seguís algunos consejos clave, vas a obtener una mozzarella perfecta para usar en pizzas, lasañas, gratinados o incluso para comer sola.
Consejos importantes antes de empezar
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Elegí el mejor leche posible: Lo ideal es usar leche entera no pasteurizada, directamente de tambo o granja. Si no conseguís, optá por leche entera fresca, sin descremar.
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Controlá el fuego: En el primer paso, calentá el leche a fuego bajo, solo hasta que esté tibia. En el segundo paso, aumentá a fuego medio y remové constantemente hasta lograr una textura elástica.
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Tiempo de reposo: Una vez formado el queso, dejalo reposar en heladera al menos 5 horas (mejor si es toda la noche) para que tome buena consistencia.
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No uses utensilios de aluminio: Usá ollas y cucharas de acero inoxidable o materiales no reactivos para evitar alteraciones en el sabor o reacción con el ácido.
Ingredientes para la mozzarella
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2 litros de leche entera
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1/4 de taza de vinagre blanco (aproximadamente 50 ml)
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2 cucharadas de jugo de limón (unos 30 ml)
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1 cucharada colmada de sal (o a gusto)
Preparación paso a paso
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Calentar la leche:
Verté la leche en una olla grande y calentala a fuego bajo hasta que esté apenas tibia (aproximadamente 37-40 °C si tenés termómetro). -
Agregar el ácido:
Apagá el fuego y añadí el vinagre y el jugo de limón. Remové suavemente durante unos segundos. Vas a notar que la leche se corta y empieza a separarse el suero. -
Reposo inicial:
Dejá reposar la mezcla unos 10 minutos sin moverla. El cuajo se va a ir consolidando. -
Colar el queso:
Con una espumadera, retirá la parte sólida (el cuajo) y colocalo sobre un paño limpio o una gasa dentro de un colador. Dejá escurrir bien todo el suero. -
Dar elasticidad:
Colocá el cuajo en un recipiente resistente al calor y verté agua caliente encima (no hirviendo, pero bastante caliente). Amasá con una cuchara o con las manos (protegidas con guantes) hasta que el queso tenga una textura elástica y brillante. -
Salado y formado:
Agregá sal a gusto mientras amasás. Luego formá una bola o los formatos que quieras. Colocá la mozzarella en un recipiente, cubrila y dejala reposar en heladera al menos 5 horas.
Idea extra: Mini-pizzas con mozzarella casera
Ingredientes:
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Bases de mini-pizza (pueden ser compradas o caseras)
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Salsa de tomate
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Atún en conserva
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Cebolla en rodajas finas
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Morrones de distintos colores
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Tomate en cubitos
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Orégano seco
Preparación:
Armá las mini-pizzas con salsa, una buena porción de tu mozzarella casera, atún, vegetales a gusto y espolvoreá con orégano. Horneá hasta que el queso se derrita y la base esté dorada.
Recomendaciones finales:
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Podés conservar la mozzarella en la heladera por 4 a 5 días en un recipiente hermético.
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Si querés una textura más firme, podés escurrirla mejor o dejarla más tiempo en la heladera.
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Esta receta es ideal para hacer con chicos o compartir en familia.
Hacer mozzarella casera es una excelente forma de volver a lo natural, aprovechar al máximo el sabor de la leche y disfrutar de tus recetas con un toque mucho más personal.