Las tartas saladas tienen ese encanto especial de la cocina hogareña: son prácticas, versátiles y, sobre todo, reconfortantes. Esta receta de tarta rellena combina la suavidad del queso con el sabor del jamón cocido y la frescura del tomate, creando una mezcla irresistible.
Lo mejor es que se elabora con una sola masa de pascualina, lo que facilita su preparación y aligera la textura final. Es perfecta tanto para una comida rápida como para lucirse en una mesa de domingo. El uso de huevos frescos y duros le da cuerpo y estructura, mientras que el queso crema aporta una cremosidad que equilibra todos los ingredientes.
Gracias a su sencillez, esta receta permite múltiples adaptaciones sin perder su esencia casera. Además, puede servirse caliente, tibia o incluso fría, lo que la convierte en una opción ideal para llevar a la oficina, un picnic o una reunión familiar.
Ingredientes
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1 masa de pascualina
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100 g de jamón cocido picado
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250 g de queso tipo pategrás o tybo (rallado o en cubos)
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3 huevos frescos
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6 huevos duros (enteros o partidos a la mitad)
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2 cucharadas de queso crema
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2 tomates en rodajas
Preparación
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Preparar el molde: Forrar una tartera con la masa de pascualina, dejando que sobresalga ligeramente por los bordes. Pinchar la base con un tenedor para evitar que se infle durante la cocción.
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Mezclar el relleno: En un bowl, batir ligeramente los huevos frescos con el queso crema. Añadir el jamón cocido picado y el queso pategrás o tybo. Mezclar bien para integrar.
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Rellenar la tarta: Verter una parte de la mezcla sobre la masa. Colocar los huevos duros distribuidos de manera pareja, ya sea enteros o cortados a la mitad. Cubrir con el resto de la mezcla. Finalmente, distribuir las rodajas de tomate por encima, de forma decorativa.
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Cerrar y hornear: Doblar hacia adentro los bordes de la masa para contener el relleno. Llevar a horno precalentado a 180°C y hornear durante 35 a 40 minutos, o hasta que la masa esté dorada y el relleno firme.
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Reposo y servicio: Dejar entibiar antes de cortar para que los sabores se asienten y el relleno no se desarme.
Consejos adicionales:
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Queso alternativo: Si no tienes pategrás o tybo, puedes usar mozzarella, fontina o cualquier queso de buen fundido que no suelte demasiado líquido.
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Huevo más parejo: Si prefieres una textura más uniforme, puedes picar los huevos duros en lugar de dejarlos enteros o en mitades.
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Extra de sabor: Agrega una cucharadita de mostaza o una pizca de pimienta blanca al batido de huevos para dar un giro más sabroso.
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Hierbas aromáticas: Incorpora al relleno un poco de orégano seco, albahaca fresca o tomillo para un toque mediterráneo.
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Base más firme: Espolvorea una capa fina de pan rallado sobre la base de la masa antes de colocar el relleno para evitar que se humedezca con los jugos.
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Variante vegetariana: Sustituye el jamón por espinaca cocida, berenjenas grilladas o zucchini salteado para una versión sin carne.
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Congelación: Puedes congelar la tarta ya horneada y luego recalentarla en horno moderado para que conserve su textura.