Los rollitos de jamón y queso son una receta clásica y muy apreciada por su sencillez y delicioso sabor. Son ideales como aperitivo, merienda o incluso como una comida rápida cuando no hay mucho tiempo para cocinar. La combinación de la textura crujiente por fuera y el queso derretido por dentro hace que esta receta sea irresistible para todas las edades. Nos hemos ayudado del siguiente video:
Este artículo detalla cómo prepararlos correctamente, ofrece algunos consejos adicionales para mejorar la receta y sugiere variaciones para darle un toque personal. También se incluyen recomendaciones sobre ingredientes y técnicas para lograr una textura y sabor perfectos.
Ingredientes
Para hacer rollitos de jamón y queso, necesitarás los siguientes ingredientes:
- Jamón cocido (en fetas) – Preferentemente de buena calidad, ya que influirá directamente en el sabor del resultado final.
- Queso gouda o similar – El queso gouda aporta una textura cremosa y un sabor suave, pero podés probar con otros tipos de queso (cheddar, mozzarella o provolone).
- Cebolla en polvo – Para darle un toque de sabor extra.
- Pimienta molida – Añade un toque de picante suave y profundidad de sabor.
- Orégano seco – Un condimento clásico que combina bien con el jamón y el queso.
- Mostaza – Potencia el sabor y ayuda a que el pan rallado se adhiera mejor.
- Huevos (2 unidades) – Para hacer que el empanado quede firme.
- Pan rallado grueso – Aporta una textura crujiente más marcada.
- Aceite vegetal – Para freír; el aceite de girasol o de maíz funciona mejor para este tipo de preparación.
Preparación paso a paso
1. Preparación de los rollitos
- Colocá dos fetas de jamón superpuestas para obtener una base resistente.
- Espolvoreá con cebolla en polvo, pimienta molida y orégano seco para darle más sabor.
- Colocá una feta de queso gouda encima del jamón y enrollalo firmemente para que el queso quede bien contenido.
- Si el jamón es muy delgado y el queso comienza a salirse al enrollar, podés agregar una tercera feta de jamón para reforzar el rollo.
2. Preparación del empanado
- En un bol, mezclá dos huevos con una cucharada de mostaza. La mostaza no solo le dará un toque de sabor adicional, sino que también ayudará a que el pan rallado se adhiera mejor.
- Prepará un plato con pan rallado grueso para que los rollitos queden bien crujientes.
- Si querés un empanado más fino, podés usar pan rallado tradicional o incluso una mezcla de pan rallado y panko (para una textura más aireada).
3. Empanado doble para una textura perfecta
- Pasá cada rollito primero por la mezcla de huevo y mostaza, asegurándote de cubrir toda la superficie.
- Luego, rebozalo en el pan rallado, presionando suavemente para que se adhiera bien.
- Para asegurar un empanado crujiente, repetí el proceso (doble empanado). Este paso es clave para lograr una textura extra crujiente y que el queso no se escape al freír.
4. Fritura
- Calentá suficiente aceite vegetal en una sartén a fuego medio. El aceite debe estar caliente pero no humeante (aproximadamente a 170°C).
- Freí los rollitos hasta que estén dorados y crujientes por todos lados (aproximadamente 2 minutos por lado).
- Retirá los rollitos y dejalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Si querés evitar que los rollitos se abran durante la fritura, podés asegurar el extremo con un palillo de dientes (retiralo antes de servir).
Consejos y Recomendaciones
Elección de queso
El queso gouda es ideal por su sabor suave y textura cremosa, pero también podés probar con queso mozzarella, cheddar o provolone para variar el sabor. Si usás un queso más maduro (como el emmental o gruyere), conseguirás un sabor más intenso.
Aceite para freír
Utilizá aceite de girasol o de maíz, ya que tienen un punto de humo alto y no alteran el sabor de los ingredientes. Evitá el uso de aceite de oliva, ya que su sabor puede resultar demasiado fuerte y afectar el sabor final.
Corte del jamón
Si el jamón es muy grueso, podría dificultar el enrollado. Si es muy fino, podría romperse al manipularlo. Lo ideal es un grosor medio que permita enrollar con facilidad sin que se rompa.
Sustituciones
Si querés hacer una versión más saludable, podés hornear los rollitos en lugar de freírlos. Precalentá el horno a 200°C y cocinalos durante 10-12 minutos o hasta que estén dorados. También podés usar jamón de pavo o pechuga de pollo para reducir el contenido de grasa.
Añadidos
Si querés darle un toque extra de sabor, podés agregar una lonja de panceta o espolvorear con queso rallado antes de enrollar. También podés agregar espinaca o rúcula para darle frescura y un toque vegetal.
Variaciones Creativas
Estilo Mediterráneo
Añadí una hoja de albahaca y una rodaja de tomate al relleno para un toque fresco y aromático. También podés usar queso feta en lugar de gouda para darle un sabor más intenso.
Estilo Mexicano
Incorporá un poco de chile en polvo y una rodaja de jalapeño para un toque picante. Podés servirlo con guacamole o salsa de tomate casera para complementar los sabores.
Estilo Americano
Usá queso cheddar y agregá un toque de mostaza de Dijon para un sabor más fuerte y marcado. Podés acompañarlos con una salsa barbacoa o de queso azul.
Sin Gluten
Utilizá pan rallado sin gluten y asegurate de que el jamón y el queso no contengan trazas de gluten. También podés utilizar harina de almendra o coco para el empanado si preferís una opción baja en carbohidratos.
Trucos para evitar errores comunes
- Si el queso se derrite y comienza a escaparse durante la fritura, asegurate de que los extremos del rollo estén bien sellados antes de empanar.
- Si el empanado se desprende durante la fritura, repetí el proceso de doble empanado y asegurate de que el aceite esté bien caliente antes de sumergir los rollitos.
- Si los rollitos quedan aceitosos, significa que el aceite estaba demasiado frío. Asegurate de que el aceite esté a temperatura media-alta (170°C) antes de freír.
Conclusión
Los rollitos de jamón y queso son una opción perfecta para una comida rápida o un snack delicioso. Siguiendo estos pasos y consejos, obtendrás una textura crujiente por fuera y cremosa por dentro. Además, las variaciones sugeridas te permitirán personalizar la receta según tus gustos y preferencias. Es una receta simple pero versátil que se adapta a cualquier ocasión.