El pan de avena es una de esas preparaciones que nunca pasan de moda. Se viene elaborando desde hace generaciones porque combina practicidad, sabor y un gran aporte nutricional. Lo mejor es que no necesita amasado y en apenas unos minutos tendrás la masa lista para hornear.
Su textura esponjosa y su sabor suave lo convierten en un acompañamiento ideal para cualquier comida. Y si lo servís con una salsa fresca y cremosa, se transforma en un plato completo y muy sabroso.
Ingredientes para el pan
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160 g (1½ tazas) de avena
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1 cucharadita de polvo de hornear
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Sal a gusto
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⅓ de taza de semillas de lino
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2 huevos
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1 taza de yogur líquido
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2 cucharadas de aceite de oliva
Preparación del pan
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Procesar la avena en licuadora o procesadora hasta obtener una harina fina.
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En un bol, combinar la avena molida con el polvo de hornear, la sal y las semillas de lino.
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Incorporar los huevos, el yogur y el aceite de oliva. Mezclar bien hasta conseguir una preparación uniforme.
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Dejar reposar la mezcla unos 10 minutos para que la avena y las semillas absorban los líquidos.
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Engrasar un molde para pan y espolvorear semillas de lino en el fondo y los bordes.
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Verter la mezcla, alisar con una espátula y, si se desea, decorar con más semillas.
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Hornear a 180 °C durante 40 a 50 minutos, hasta que al pinchar con un palillo salga limpio.
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Retirar del horno, dejar enfriar un poco y desmoldar antes de cortar.
El resultado es un pan de miga húmeda, corteza fina y un aroma irresistible.
Salsa cremosa para acompañar
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100 g de queso cottage blando o queso fresco tamizado
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2 cucharadas de yogur griego espeso
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1 diente de ajo picado
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Cebollita de verdeo a gusto
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Un puñado de nueces picadas
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Jugo de limón (unas gotas)
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1 pepino exprimido (jugo)
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Sal y pimienta negra a gusto
Preparación de la salsa
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Aplastar el queso cottage con un tenedor hasta que quede cremoso.
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Mezclar con el yogur griego hasta obtener una base homogénea.
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Incorporar el ajo, la cebollita y las nueces picadas.
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Agregar el jugo de limón y el jugo de pepino.
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Condimentar con sal y pimienta negra a gusto.
Esta salsa aporta frescura y un contraste perfecto al pan de avena, equilibrando texturas y sabores.
Consejos y recomendaciones
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Podés reemplazar el yogur líquido por kéfir casero para potenciar los beneficios probióticos.
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Si querés un pan más crujiente, espolvoreá semillas de sésamo o girasol por encima antes de hornear.
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La salsa también puede usarse como dip para vegetales frescos o untar en galletas saladas.
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Guardá el pan en un recipiente hermético para mantener su frescura durante varios días.
Este pan de avena es una opción rápida, saludable y deliciosa que demuestra cómo una receta con historia sigue siendo actual y perfecta para disfrutar en cualquier momento del día.