El pastel de papas y espinacas es de esos platos que abrazan. Tiene lo mejor de dos mundos: la suavidad del puré y el sabor verde de las espinacas, que lo convierte en una opción equilibrada, ideal para una comida liviana pero saciadora. Además, es económico, fácil de preparar y se adapta a lo que tengas en la heladera. Nos hemos ayudado con la información del siguiente video:
Ya sea que busques una receta sin carne, una opción vegetariana o simplemente algo distinto para salir del paso sin complicarte, este pastel es una gran elección.
¿Por qué elegir esta receta?
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Apta para toda la familia: desde chicos hasta adultos, todos lo pueden disfrutar.
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Versátil: se puede servir como plato principal o acompañamiento.
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Ideal para llevar en viandas: al día siguiente queda incluso más sabroso.
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Congelable: podés preparar porciones y guardarlas en el freezer.
Ingredientes y proporciones ideales
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700 g de papas (tipo para puré): usá papas harinosas, como la papa blanca, para lograr una textura más suave.
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300 g de espinacas cocidas: si son frescas, necesitás el doble en crudo.
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2 huevos medianos: esenciales para darle estructura al pastel.
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30 g de queso rallado tipo parmesano o reggianito: para sabor y gratinado.
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150 g de queso provolone en fetas: también podés usar mozzarella o queso cremoso.
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Pan rallado: cantidad necesaria para espolvorear y darle una costra crocante.
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Aceite de oliva: un toque para el sabor y para que no se pegue.
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Sal, pimienta y nuez moscada: condimentos clave para realzar los sabores.
Paso a paso detallado
1. Cocinar las papas
Hervilas con cáscara y un poco de sal para que no absorban tanta agua. Cuando estén tiernas, pelalas y hacé un puré bien fino. Si querés un puré más aireado, podés agregarle un chorrito de leche caliente o una cucharadita de manteca.
2. Preparar las espinacas
Si usás espinaca fresca, lavala bien y cocinala en una sartén sin agua extra. Solo con el líquido que sueltan es suficiente. Luego escurrilas con un repasador limpio o colador, y picalas bien chiquito. Es importante que no tengan líquido extra para que el pastel no se humedezca.
3. Mezclar todo
En un bol grande uní el puré, las espinacas, los huevos batidos, el queso rallado y los condimentos. Probá la mezcla antes de seguir: debe estar sabrosa por sí sola.
4. Armar el pastel
Engrasá una fuente para horno con aceite de oliva y espolvoreala con pan rallado. Poné la mitad de la mezcla como base, luego cubrí con las fetas de queso y terminá con el resto del puré. Aplaná bien la superficie y espolvoreá pan rallado con un chorrito de aceite.
5. Hornear
Llevá al horno precalentado a 180°C durante 30 a 35 minutos, hasta que esté doradito por arriba. Si querés un dorado más intenso, podés subir el fuego los últimos minutos o ponerlo unos minutos bajo el grill.
Sugerencias para personalizarlo
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Versión vegana: usá puré con aceite en vez de huevo y queso vegano.
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Con carne: podés agregar carne picada salteada con cebolla entre las capas.
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Toque gourmet: agregá nueces picadas o cebolla caramelizada al relleno.
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Más color y sabor: sumá zanahoria rallada o choclo a la mezcla.
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Para picar: hacelo en moldecitos individuales, tipo muffin, ideal para viandas o picadas.
Valor nutricional
Este pastel es rico en hierro, fibra y vitaminas A, C y K gracias a las espinacas. Las papas aportan carbohidratos complejos, energía y potasio. Es bajo en grasas si cuidás la cantidad de queso y aceite, y alto en saciedad.
Trucos de cocina para que salga perfecto
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Si el puré está muy seco, podés agregar un chorrito de leche para que se mezcle mejor con las espinacas.
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Si el pastel no se dora bien arriba, espolvoreá un poco más de queso rallado mezclado con pan rallado antes del horneado.
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Para cortar porciones prolijas, dejá enfriar al menos 10 minutos antes de servir.
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Si lo congelás, envolvelo bien y etiquetalo. Al recalentarlo, agregá un poquito de agua para que no se seque.
Conclusión
El pastel de papas y espinacas es una receta rendidora, rica, fácil y adaptable. Tiene ese sabor a comida casera que siempre reconforta y es perfecta para cocinar en cantidad, aprovechar sobras o sumar vegetales a la dieta sin que nadie se queje. Si no sabías qué hacer con esas espinacas que te quedaron o querés algo distinto sin complicarte, esta es tu receta.
Animate a prepararlo y hacelo parte de tu recetario familiar. Después contame cómo te quedó.