Las empanadas de pollo son una de esas recetas que nunca fallan. Presentes en fiestas, cumpleaños, reuniones y picadas, tienen un lugar asegurado en la cocina argentina. Esta versión jugosa y bien condimentada tiene ese equilibrio justo entre sabor y textura que las hace inolvidables. Lo mejor: las podés hacer en casa sin complicaciones, con ingredientes simples y un resultado espectacular. Nos hemos ayudado con la información del siguiente video:
Origen y tradición
Si bien las empanadas tienen raíces españolas y árabes, en Argentina tomaron identidad propia según la región. Las de pollo, aunque menos tradicionales que las de carne cortada a cuchillo, son igual de populares, sobre todo para quienes prefieren algo más liviano o diferente. En muchas provincias se las prepara con papa, huevo y condimentos más marcados, mientras que en otras se las prefiere suaves y cremosas.
Ingredientes principales:
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1 pollo entero (o 2 pechugas grandes)
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2 cebollas comunes grandes
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1 o 2 cebollas de verdeo (parte blanca y verde separadas)
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1 zanahoria
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1 puerro
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1 rama de apio
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1 hoja de laurel
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1 tomate grande o 2 cucharadas de tomate rallado
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Sal, pimienta, ají molido, pimentón dulce, comino
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Aceite de oliva
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1 huevo para pintar (opcional)
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Tapas para empanadas
Paso a paso detallado:
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Hacer el caldo: Cociná el pollo en abundante agua con laurel, apio, zanahoria y puerro. Esto no solo cocina el pollo sino que genera un caldo sabroso que vas a usar más adelante.
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Deshilachar el pollo: Una vez cocido, dejalo enfriar y desmenuzalo con las manos. Esta técnica le da mejor textura al relleno que picarlo con cuchillo.
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Rehogar cebollas: En una sartén con aceite, cociná la cebolla común y la parte blanca de la cebolla de verdeo hasta que estén transparentes.
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Incorporar el pollo y el tomate: Sumá el pollo deshilachado, el tomate rallado y un poco del caldo. Esto aporta humedad y une todo el relleno.
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Condimentar fuerte: Usá comino, ají molido, pimentón y sal a gusto. La clave está en lograr un relleno equilibrado y sabroso, pero no picante si no querés.
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Agregar verdeo y enfriar: Al final, agregá la parte verde del verdeo. Enfriá bien el relleno antes de armar las empanadas.
Tips extra:
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Para más jugosidad, agregá un toque de manteca al relleno una vez frío.
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Si el pollo es pechuga, podés mezclarlo con un poco de muslo para que no quede seco.
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El tomate no debe ser excesivo, sino la masa se humedece.
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Podés usar caldo en cubitos si no tenés tiempo, pero lo ideal es uno casero.
Armado y cocción:
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Rellená con una cucharada generosa.
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Cerrá bien los bordes con repulgue o tenedor.
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Pintalas con huevo si son al horno para darles brillo.
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Cocinalas a horno fuerte (220 ºC) hasta que estén doradas.
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Si las freís, usá aceite limpio y bien caliente.
Conservación:
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Podés congelarlas crudas ya armadas y cocinarlas directo del freezer.
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También podés conservar el relleno ya listo hasta 3 días en la heladera.
¿Sabías que…?
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El pollo es una excelente fuente de proteínas magras.
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El caldo casero aporta colágeno y minerales, además de sabor.
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Esta receta puede adaptarse para dietas sin gluten usando tapas aptas.
Conclusión
Hacer empanadas de pollo jugosas en casa no solo es fácil, sino que te asegura un sabor casero que nada tiene que envidiarle a las de rotisería. Con una buena combinación de verduras, especias y técnicas simples, podés lograr un relleno sabroso, tierno y con ese gustito irresistible que nos encanta. Ideal para tener siempre listas en el freezer o para disfrutar recién horneadas con amigos y familia.