La fermentación del repollo es un proceso tradicional que transforma este vegetal en un alimento delicioso, rico en probioticos y con un sabor único. Sin embargo, hay errores comunes que pueden arruinar su sabor y textura.

A continuación, te explicamos cómo fermentar correctamente el repollo, qué ingredientes necesitas y cómo evitar problemas como el amargor o la textura babosa.
Ingredientes Necesarios
- 1 kg de repollo blanca fresca
- 20 g de sal marina sin yodo
- 1 zanahoria (opcional, para un toque de dulzura y color)
- 1 hoja de laurel (opcional, para aroma)
- 1 cucharadita de semillas de eneldo o alcaravea (opcional, para un sabor especiado)
Pasos para una Fermentación Exitosa
- Preparar el repollo: Lava el repollo y retira las hojas externas si están dañadas. Córtala en tiras finas o rállala.
- Agregar la sal: Coloca el repollo en un recipiente grande, espolvorea la sal y masajea con las manos hasta que comience a soltar su jugo. Esto puede tardar unos 5-10 minutos.
- Añadir ingredientes opcionales: Incorpora la zanahoria rallada, las especias y el laurel si lo deseas.
- Empacar en un frasco: Transfiere la mezcla a un frasco de vidrio limpio, presionando bien para eliminar burbujas de aire. Asegúrate de que la col esté completamente sumergida en su propio jugo. Si es necesario, agrega un poco de agua con sal (disolviendo 2 g de sal en 100 ml de agua).
- Fermentar: Cubre el frasco con una tapa suelta o una tela para permitir la salida de gases. Deja fermentar a temperatura ambiente (18-22 °C) durante 3-7 días.
- Comprobar la fermentación: Pasado este tiempo, prueba la col. Si tiene el sabor y la acidez deseados, guárdala en la nevera para detener el proceso.
Te sugerimos: Tomo repollo y 3 huevos. ¡Esta receta te volverá loco! ¡Receta familiar!
Errores Comunes y Cómo Evitarlos
- Repollo amargo: Puede deberse a un exceso de sal o a una fermentación insuficiente. Ajusta la cantidad de sal y permite que el proceso continúe unos días más.
- Textura babosa: Esto ocurre por contaminación con bacterias no deseadas. Usa utensilios limpios y asegúrate de que la col esté completamente sumergida en el líquido.
- Mal olor: Si el olor es desagradable en lugar de un aroma avinagrado, es probable que haya habido una contaminación. Usa frascos esterilizados y evita tocar el repollo con las manos sucias.
- Crecimiento de moho: Se debe a la exposición al aire. Usa un peso para mantener el repollo bajo el líquido y retira cualquier parte afectada con cuidado.
Consejos Adicionales para un Repollo Fermentado Perfecto:
- Usa repollo fresco y de buena calidad para obtener mejores resultados.
- Si vives en un clima cálido, revisa la fermentación más frecuentemente, ya que el calor acelera el proceso.
- Experimenta con diferentes especias como el ajo o el jengibre para darle un toque de sabor extra.
- El repollo fermentado mejora con el tiempo. Deja reposar en la nevera unas semanas para desarrollar un sabor más complejo.
Siguiendo estos consejos, obtendrás un repollo fermentado deliciosa y llena de beneficios para la salud. ¡Disfrútala sola o como acompañamiento en tus comidas!