Hay recetas que no solo alimentan el cuerpo, sino también el alma. Platos que nos traen recuerdos de infancia, reuniones familiares o cenas entre amigos. Las albóndigas con salsa de tomate y queso ahumado son de esos clásicos que nos abrazan con sabor y calidez. Esta versión, con carne de ternera, especias aromáticas y un toque de queso scamorza ahumado, es ideal para los amantes de la cocina reconfortante y sabrosa.
Ingredientes:
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1 kg de carne de ternera picada
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2 huevos
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100 g de pan rallado
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1 puñado de hojas de albahaca fresca, picadas
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1 ramita de romero
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1 cebolla morada mediana, picada en juliana
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1 cucharadita de pimentón dulce
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1/2 cucharadita de cúrcuma
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1/2 cucharadita de coriandro molido
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1/2 cucharadita de nuez moscada
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Sal y pimienta a gusto
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Aceite de oliva extra virgen
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400 g de salsa de tomate
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200 g de queso scamorza ahumado, cortado en rodajas
Preparación paso a paso:
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Preparar la mezcla para las albóndigas:
En un bowl grande, mezclá la carne picada con los huevos, el pan rallado, la albahaca, el pimentón, la cúrcuma, el coriandro, la nuez moscada, sal y pimienta. Amasá bien hasta que la mezcla sea homogénea y firme. -
Formar las albóndigas:
Hacé bolitas medianas con las manos, procurando que sean todas del mismo tamaño para que se cocinen parejo. -
Dorar las albóndigas:
Calentá un chorrito de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Dorá las albóndigas por todos lados hasta que tomen un lindo color dorado. Reservalas. -
Preparar la salsa:
En la misma sartén, agregá un poco más de aceite si hace falta y rehogá la cebolla morada hasta que esté suave y translúcida. Sumá la salsa de tomate y la ramita de romero. Salá a gusto y dejá cocinar a fuego bajo unos minutos. -
Incorporar las albóndigas a la salsa:
Volvé a poner las albóndigas en la sartén, bañalas bien con la salsa y dejalas cocinar unos minutos más, dándolas vuelta para que se impregnen bien. -
Agregar el queso:
Colocá una rodaja de scamorza ahumado sobre cada albóndiga. Tapá la sartén y cociná a fuego muy bajo hasta que el queso se derrita y forme una capa cremosa.
Consejos adicionales:
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Si no conseguís scamorza, podés usar otro queso ahumado o mozzarella firme.
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Para una versión más ligera, se pueden cocinar las albóndigas al horno antes de pasarlas a la salsa.
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Quedan perfectas con una buena pasta casera, arroz o pan rústico para acompañar y disfrutar de la salsa.
Estas albóndigas no son solo un plato principal: son una experiencia. La combinación de especias, la suavidad de la carne, la acidez de la salsa y la cremosidad del queso ahumado hacen que cada bocado sea inolvidable. Animate a prepararlas en casa y transformá una comida cotidiana en un festín lleno de sabor.