Durante el invierno, uno de los problemas más comunes en los hogares con ventanas de plástico es la condensación. Ese molesto vaho que se acumula en los cristales no solo impide ver hacia fuera, sino que también puede generar humedad, moho y hasta que las ventanas se congelen. Por suerte, existe una solución práctica, rápida y eficaz que cualquiera puede aplicar en casa, y que solo te llevará 3 minutos.
¿Por qué se empañan las ventanas en invierno?
Antes de aplicar cualquier solución, es importante entender la causa del problema. La condensación en las ventanas suele producirse por:
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Alta humedad en el interior del hogar
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Bajas temperaturas exteriores
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Alféizares demasiado anchos, que impiden que el aire caliente llegue al vidrio
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Ventanas obstruidas por objetos como macetas, que bloquean la circulación de aire caliente
Si el problema se debe a una instalación defectuosa o a una ventana en mal estado, la única solución definitiva será reemplazarla. Sin embargo, si las ventanas están en buen estado, podés aplicar este método casero que da excelentes resultados.
El método que me enseñó un instalador de ventanas
Cada vez que noto que mis ventanas comienzan a empañarse, hago lo siguiente:
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Abro completamente la ventana durante 3 a 5 minutos.
Si la habitación es grande o tiene varias ventanas, las abro todas. -
Cierro la puerta de la habitación mientras tanto, para evitar que el aire frío se disperse por el resto de la casa.
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Si tengo tiempo, dejo la ventana abierta de 7 a 10 minutos.
En ese lapso, la humedad se disipa completamente hacia el exterior sin que la habitación se enfríe demasiado, incluso si afuera hace mucho frío. -
Cierro la ventana y abro la puerta nuevamente, dejando que el aire cálido circule otra vez por la habitación. Así, la temperatura se estabiliza y no vuelve a generarse condensación.
Consejos adicionales para evitar la humedad en ventanas
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Ventilá con frecuencia en invierno, al menos una vez al día. El aire estancado acumula más humedad.
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No bloquees los marcos de las ventanas con objetos grandes ni con muchas macetas.
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En la cocina, abrí ligeramente la ventana y encendé el extractor cuando cocines: así reducirás el vapor.
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En baños y lavaderos, usá ventilación cruzada o extractores para evitar que la humedad se acumule.
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No seques ropa dentro de la casa sin ventilación, ya que eleva muchísimo la humedad ambiente.
La condensación en las ventanas no es solo una molestia visual: si no se trata, puede desencadenar problemas más graves como el moho, daños en la pintura y hasta deterioro del marco. Pero con esta técnica de ventilación inteligente, podés mantener tus ventanas secas todo el invierno.
No hace falta gastar dinero en aparatos costosos: basta con dedicar 3 minutos al día para disfrutar de un ambiente más saludable y libre de humedad.