La panceta de cerdo es un clásico que no falla en reuniones con amigos o celebraciones especiales. Y esta versión alemana es ideal para quienes buscan un sabor intenso y natural, sin necesidad de hervir, freír ni hornear la carne. El resultado es una delicia que puede servirse fría, como fiambre, y que se conserva perfectamente en el congelador.
Este método, aunque lleva varios días, apenas requiere tiempo activo en la cocina. Se basa en el curado lento de la carne en salmuera y el uso de especias para intensificar su sabor. Es una receta perfecta para preparar con antelación y disfrutar en cualquier ocasión.
Ingredientes
Primer y segundo paso (idénticos):
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1,2 kg de panceta de cerdo
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1,5 litros de agua
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150 g de sal gruesa sin yodo (se puede usar sal común si no hay otra)
Tercer paso (acabado final):
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Ajo a gusto (triturado o rallado)
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1 manojo de eneldo fresco
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Pimienta negra molida a gusto
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Pimentón dulce a gusto
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Ají molido o pimienta roja picante (opcional pero recomendado)
Preparación paso a paso
Primer paso: curado inicial a temperatura ambiente
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Lava bien la panceta y córtala en trozos grandes.
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Colócala en un recipiente profundo o una cacerola.
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Hierve 1,5 litros de agua y disuelve los 150 g de sal.
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Una vez que el agua esté bien caliente, viértela sobre la carne.
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Coloca un peso encima para mantener la panceta sumergida. Cubre con tapa o film.
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Deja reposar a temperatura ambiente durante 48 horas.
Segundo paso: curado en frío
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Retira la panceta del líquido, enjuaga los trozos y limpia el recipiente.
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Prepara una nueva salmuera con otros 1,5 litros de agua y 150 g de sal. Hierve y vierte sobre la carne.
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Vuelve a colocar el peso, tapa y, una vez fría, guarda en la heladera durante 7 días.
Tercer paso: condimentos y conservación
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Enjuaga nuevamente la panceta bajo agua corriente y sécala muy bien con papel absorbente.
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Frota cada trozo con ajo triturado.
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Condimenta de distintas formas:
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Uno con eneldo picado
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Otro con pimienta negra molida
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Otro con pimentón dulce
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Otro con mezcla de pimentón y ají picante
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Guarda todos los trozos en una bolsa o recipiente hermético.
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Deja reposar unas horas en la heladera y luego congela si no se va a consumir enseguida.
Consejos y recomendaciones
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Usa sal gruesa sin yodo siempre que sea posible, ya que el yodo puede afectar el proceso de curado.
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El secado es fundamental: antes de aplicar los condimentos, asegúrate de que la carne esté completamente seca para una mejor adherencia.
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Personaliza el sabor: prueba diferentes mezclas de especias para obtener variedades con el mismo método base.
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Sirve bien frío: esta preparación se disfruta mejor cortada en rodajas finas, servida fría como aperitivo o fiambre.
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Ideal para conservar: se puede mantener en el congelador durante semanas, conservando el sabor y la textura sin problema.
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Perfecta para reuniones: acompaña con pan de campo, encurtidos o mostaza fuerte para un plato sencillo y delicioso.
Esta receta demuestra que no es necesario complicarse en la cocina para obtener un resultado exquisito. La combinación de curado y especias transforma un corte económico en un verdadero manjar digno de cualquier celebración.